Uno tiene que estar vivo para ver cosas, para creerlas, para aguantarlas y para soportarlas. Muchas veces pienso que no estamos preparados para tanto, ya que los humanos tienen capacidad de aguante limitada, excepto los españoles, pues como dijo Eduard Von Bismarc, “la nación más fuerte del mundo es sin duda España. Siempre ha intentado autodestruirse y nunca lo ha conseguido. El día que dejen de intentarlo, volverán a ser la vanguardia del mundo”. Pues eso.
Pero juro a ustedes por el cetro del dios Pichimichi que lo que voy a contar es cierto, aunque comprendería que dudases y están ustedes en todo el derecho de hacerlo, faltaría más. Pero es que la cosa tiene su aquel viendo el panorama en el que nos encontramos, que no es muy boyante. Pero algunas instituciones públicas, pagadas con dinero público, se gastan el dinero público en fotos para tenerlas dentro de esa institución pública para que el visitante, si procede, pueda admirar el derroche.
Con todo lo anterior, se pueden hacer ustedes una ligera idea de por dónde va el hilo de la cometa de este post, colocado en este blog pecador. Resulta que iba en el coche a echar mi jornada laboral. Como siempre hago, me paro en el bar de mi amigo Pacorro, que es un bar como los de toda la vida, como dios manda, con sus albañiles, sus moscas y sus borrachos de plantilla, pero en el cual también Pacorro compra la prensa diaria para que sus parroquianos y los que no lo son, se culturicen porque leen, se informen ya que leen y vomiten gracias a la prensa que leen, porque cabe recordar que abrir un periódico en esta España salchichera es literalmente echar la pota, y no es fácil que eso ocurra todos los días, pero así es, y la cosa tiene su mérito, ¿eh?.
Leo con estupefacción como el Banco de España, presidido ahora por el amiguete de ZPedro, el conocido como José Luis Escrivá, se ha gastado la friolera de 137.000€ en un par de fotos de los reyes de España, para tenerlos en el Banco de España por el simple hecho de tener esas fotos. La fotógrafa agraciada con ese premio y después de 5 horas de dura sesión fotográfica y de una buena comida en palacio, le dieron total libertad desde el Banco de España para elegir ella las fotos más apropiadas para colgarlas en una pared de esa institución para que las vean quien tenga la suerte de poder hacerlo. ¿Cómo se les ha quedado el cuerpo, eh?. A mí para mear y no echar gota, que es decir.
Annie Leibovitz que así se llama la fotógrafa estadounidense, ha obtenido como resultado un díptico que se complementa entre sí, al ofrecer una misma escena dividida en dos en la que el Rey aparece ataviado con el uniforme de gala del Ejército de Tierra y la Reina luce un vestido negro con un chal fucsia, y que a ojos del espectador, al haberse utilizado la impresión en tela en lugar de papel fotográfico, recuerda los retratos al óleo de otras épocas que dejaron para la posteridad los grandes pintores del momento. En fin que le vamos a hacer, ajo y agua aunque sean los reyes los fotografiados. Pero ese coste, podían haberlo enviado a ayudar a los damnificados por la Dana, que hubiese sido más útil. Pero lo primero es lo primero, en este caso las fotos. España, año 2024. Bueno, así que os espero, para que me comentéis en profundidad, lo que pensáis o queráis a blogueros como yo. Un saludo.
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