Juro a ustedes por el cetro del dios Pichimichi que lo que voy a contar es cierto. Aunque comprendería que dudasen, porque en un país normal, algo así sería imposible. Pero recuerden que éste no es un país normal, sino España, un lugar donde todo disparate, por gordo que sea, tiene su asiento, y donde por poner un ejemplo clásico, una ardilla podría cruzar la Península saltando de político golfo en político golfo sin tocar el suelo, que ya es toda una proeza el haber conseguido eso, porque la cosa es difícil.
Como saben ustedes y sino se lo recuerdo yo, voy a desayunar todos los días al bar de mi amigo Pacorro. Se lo pueden tomar como una chulería por mi parte como otra cualquiera, el caso es que me presento allí. Resulta que Pacorro compra la prensa diaria para que sus parroquianos y los que no lo son, se culturicen porque leen, se informen ya que leen y vomiten gracias a la prensa que leen, porque cabe recordar que abrir un periódico en esta España salchichera es literalmente echar la pota, y como siempre pasó lo inevitable.
Yo no lo sabía, pero leyendo ese día el periódico en el bar, me enteré de que ZPedro tiene una serie en la cual el protagonista es él, y seguramente casi todo lo habrá hecho él. Pero voy a dar un margen de confianza al equipo técnico que ha sido capaz de hacer ese documental o esa seria o lo que sea esa cagada. Pero ya saben también queridos blogueros, que no hay sopa Hispana sin pelo dentro, y resulta que ZPedro no sólo ocultó que dio una ayuda de 20M de € a la productora que ha hecho su serie, es que además, el cuñado de ZPedro está ligado a la productora en cuestión (fíjese usted señora que casualidad), un dato nada baladí y que hay que tener en cuenta para entender muchas cosas de este protagonista de la serie y de todo su entorno. A la serie le pondría yo el título de El chulillo, porque ya ven ustedes la forma de actuar y de manejarse que tiene nuestro insufrible presidente del gobierno.
Por eso, nunca me cansaré de decirles que en esta España no hay monumento al sinvergüenza desconocido porque aquí los conocemos a todos. Un infeliz país donde la gente puede verse obligada a cerrar tienda o negocio por equivocarse en su gestión, pero donde ningún banco ni banquero, ni político, que llevan años equivocándose en la gestión irresponsable de un dinero que ni siquiera es suyo, pagan el precio de sus errores. Nunca. Pero también es ver como cómo nuestro insufrible presidente del gobierno sigue siendo esa persona tan interesante (y votado, ojo) entre todos los moñas que hacen política en España. Un cínico sin escrúpulos, sin honor, capaz de robarle las herraduras a un caballo al galope. Y de esa forma, asisto fascinado a su (nuestra) carrera hacia el abismo.
El padre, la mujer, el hermano y ahora el cuñado…es un no parar de untar a gente de su entorno con dinero de todas/os los españoles/as sin que se le caiga la cara de vergüenza. No sé cuánto va a durar, pero le pronostico larga vida a este impresentable presidente del gobierno. Mala suerte lo llamamos muchos, una bendición de presidente lo llaman los que trincan gracias a él. En fin. España, año 2024. Bueno, así que os espero, para que me comentéis en profundidad, lo que pensáis o queráis a blogueros como yo. Un saludo.
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