Saben ustedes que para flipar no hace falta drogarse, solo abrir un periódico por cualquier página, y la flipaera la tienen ustedes asegurada. Acuérdense también que esta España de pandereta que nos ha tocado vivir, hacer la acción anterior tiene su lado colateral, que es echar la pota.
Pues bien, en esas estaba, cuando me encontré de sopetón con una noticia que me dejo patidefuá pese al escaso margen de sorpresa que a uno le deja ser súbdito español esta clase de noticias. Lo más gracioso de todo, es que nadie se enteraba o no quería enterarse de lo que este funcionario hacía. Pero bueno, la noticia decía así: “UN FUNCIONARIO LLEVA MÁS DE 10 AÑOS COBRANDO COMO JEFE SIN IR A TRABAJAR”. Bueno, dentro de lo malo no es lo peor, ya que cabe recordar, que muchos de nuestros políticos llevan toda la vida haciendo lo mismo y nadie se altera, y encima cobrando casi el triple que este funcionario, y encima trabajando en alguna multinacional española, como por ejemplo alguna eléctrica, y encima robando y mangoneando que no es moco de pavo, y encima con secretaria, asesores y conductor. O sea, que lo de este funcionario no es nada.
Acude todos los días al trabajo, ficha la entrada a las 7.30 y se va, luego a las 15.30 vuelve a fichar la salida. Recibe un sueldo cercano a los 50.000€ por su condición de jefe bibliográfico.
Pero no hay sopa Hispana sin pelo dentro, y resulta que detrás de este puesto hay más cosas. El caso de Carles Recio, que así se llama el protagonista de este post, se puede simplificar como el de un funcionario para el que se creó un cargo 'a dedo' y nunca lo ejerció ni trabajó en las funciones encomendadas pese a que siempre ha recibido un sueldo por ellas. ¿A dedo?, se preguntarán ustedes. Pues sí, porque resulta que el puesto se lo dieron para hacerle callar algunas cosas de algunos altor cargos que visitaban cierto prostíbulo masculino que regentaba este Carles Recio y por el que pasaban altos cargos de la Comunidad Valenciana, de ahí esa “libertad” en el curro. Como ven, la España más profunda asoma otra vez la cabecita. Lo malo es que los gastos son con el dinero de todos los españoles y más concretamente de los valencianos.
Por eso, en el Archivo General y Fotográfico de la Diputación de Valencia le conocen como 'El hombre que nunca estuvo allí'. Los trabajadores del fondo de documentación utilizan el título de la película de los hermanos Cohen para referirse al jefe de la Unidad de Actuación Bibliográfica que fue nombrado en 2006 y que a día de hoy no saben a lo que se dedica, por el simple hecho de que no va al curro.
Es la triste historia de España, otro capítulo más de este país de pandereta en el cual tenemos la mala suerte de vivir. Pero qué le vamos a hacer, supongo que cada país tendrá que aguantar su cruz, como nosotros aguantamos la nuestra. La diferencia está en que nuestra cruz es carísima. Porca miseria. Bueno, así que os espero, para que me comentéis en profundidad, lo que pensáis o queráis a blogeros como yo. Un saludo.
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