Atentos queridos blogueros, sujétense los machos. Ahí va: “NO TENEMOS QUE SER IGUALES QUE LA GENTE DE LA CALLE, SINO UN POQUITO MEJOR”. Estas palabras las dijo la tercera personalidad del Estado, la presidenta de ese lugar en dónde los políticos van a dormir, a navegar por internet, a cobrar un disparate por no hacer nada y a jodernos la vida con leyes que sólo nos afectan a los ciudadanos de a pie. Si estimados blogueros, esta señora es Ana Pastor.
Pienso que esta clase de gente se ríen de nosotros cuando no les vemos, pero lo que dijo desde el estrado de ese sitio es ya una clara aclaración de lo que hay y de lo que realmente sucede.
Para empezar, hay que decirle a esta señora que por nuestra mala suerte no somos iguales que ellos, pero en el sentido de estar aforados, de que las leyes a ellos no les afecta, que hacen lo que quieren con un dinero que no es suyo, que se enriquecen a costa de los ciudadanos que ellos dicen defender y proteger, por tener tantos privilegios que a más de un ciudadano le gustaría tener, en el sentido de tener un futuro asegurado dentro del estado o fuera de él (véase las puertas giratorias) en empresas privadas y estratégicas, en el sentido de que les va a quedar una buena pensión y 100% íntegra por sólo estar 8 años en el cargo o en dos legislaturas, en el sentido de que van a todos sitios y visitan todos los sitios por la pati. En todos estos aspectos y muchos más no son iguales que nosotros.
Sin embargo sí que son iguales que nosotros a la hora de ir al retrete, a la hora de hacer pis, a la hora de comer (aunque ellos coman un menú de 150€), en vestirse (aunque se gasten en unas bragas 90€) y poco más, es decir, si quitamos las necesidades básicas entonces ya no son iguales que nosotros y dicho queda.
Esta tipa tiene menos vergüenza que un perro. Y lo digo así de claro. Una mujer que no sabe ni lo que se cuece fuera de ese parlamento que ella gobierna, una mujer que no sabe ni lo que costará un puto café en una cafetería de barrio, una mujer que no sabe ni lo que realmente cuesta la luz, ni el agua ni el gas, una mujer que sólo vive a costa del esfuerzo de los ciudadanos, que venga con esa frase lapidaria es para cogerla y quitarla de ese puesto por insensible y por desfachatez.
Pero esto es lo que tenemos en este asqueroso país, políticos así que hacen que con sus palabras y sus gestos diarios la gente normal, la gente a la que putean con leyes ridículas, estén cada vez más alejados de ellos y que nos importe la política un mierda. Como decía ese filosofo, la diferencia entre la política y una mierda pinchada en un palo, es el palo. Y luego querrán que los vote o que vaya a votar un domingo, los muy mamarrach@s. Va a ir Rita la cantaora, bastante tengo ya con aguantar sus impertinencias, que no es poco. Menuda panda de golf@s. Bueno, así que os espero, para que me comentéis en profundidad, lo que pensáis o queráis a blogueros como yo. Un saludo.
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