El oficio de la política tiene sus cosas buenas y sus cosas malas, como todo oficio. Lo malo de éste, es que tienes que estar fuera de casa algunos días para ir al parlamento y a la sede de tu partido en Madrid aunque vivas en Leganés, y viajando mucho durante la semana aunque sea de Leganés al centro de Madrid, y todo ello con dietas, claro está, y lo bueno es el montonazo de privilegios que se tiene por ser político. Pero ahora resulta que encima por ser político y parlamentario y además ex ministro, entonces ese privilegiado tiene su futuro asegurado gracias a las gestiones del partido al que pertenece recolocándolo en cualquier cargo inventado por el ejecutivo para él, e incluso recolocándolo en algunas empresas privadas al que ese político ayudó mientras era ministro del ramo en cuestión. Si ya me apuran, el Senado esta para eso, para acoger con los brazos abiertos y con sus innumerables privilegios a estos carcamales políticos.
Todo lo anterior viene a colación, porque los otros días mientras desayunaba en el bar de mi amigo Pacorro, leí una noticia que me dejó patidefuá pese al escaso margen de sorpresa que a uno le deja ser súbdito español. La notica decía así: “EL PP RECOLOCA A FERNÁNDEZ DÍAZ Y A MARGALLO CON PRESIDENCIAS DE COMISIONES EN EL CONGRESO”. Teniendo en cuenta, que cada parlamentario que va a una de esas comisiones, aunque luego no valga absolutamente para nada, cobra un dineral, pues ya pueden ustedes imaginar lo que estos dos dinosaurios políticos pueden cobrar.
Pero no lo imaginen, porque se lo voy a decir yo. Se lo pueden tomar como una chulería por mi parte como otra cualquiera. Ambos políticos (ojo al matiz, cada cual que saque sus cuentas) recibirán un complemento salarial de 1.431,31€ al mes, hasta los 85.000€ anuales además de poder contratar a discreción a un asistente a su servicio a sueldo de la Cámara. Esto es en lo que en el argot parlamentario se conoce cono personal de confianza, aunque para el resto de los españoles esa confianza no exista, como puede ser el caso.
Hay que tener en cuenta ciertos detalles, como por ejemplo que tanto Fernández Díaz como García Margallo son diputados de fuera de Madrid. Por lo tanto, al sueldo base de los parlamentarios (2.813,87€ al mes) suman una indemnización de 1.823,86€ mensuales y exentos de impuestos (ojo al matiz) para “afrontar los gastos que les origine la actividad de la Cámara”, según el Régimen Económico y Ayudas de los Señores Diputados aprobado por el Congreso y que figura en su página web*.
Como se puede apreciar, las leyes dentro del parlamento no tienen nada que ver con la cruda realidad del país en el que viven. Ellos tienen sus propias leyes y así lo demuestran cada vez que quieren. Cada vez estoy más seguro, que estos políticos de mierda que tenemos, cuando no nos ven se ríen de nosotros. Qué asco. Bueno, así que os espero, para que me comentéis en profundidad, lo que pensáis o queráis a blogueros como yo. Un saludo.
*PD: mira la página web AQUÍ
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