Ley Orgánica número tal y cual por la cual se modifica el estado de los imputados, (huy perdón, investigados) cuando se les pilla y se les detiene robando, malversando, choriceando, mangoneando y usando en beneficio propio los dineros de todos los españoles. A partir de la publicación de esta Ley Orgánica en el correspondiente boletín, todos los que sean pillados por la UDEF y por la Guardia Civil haciendo lo anteriormente mencionado, no podrán salir del trullo hasta que no hayan devuelto hasta el último euro robado, malversado, choriceado, mangoneado y usado en beneficio propio. Si luego en el juicio salen absueltos, entonces se les dejará en libertad y podrán seguir currando honradamente como hasta la fecha de ser trincados por los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado.
Si por el contrario son declarados culpables del robo, malversación, choriceo, mangoneo y uso de esos dineros, seguirán encerrados hasta devolver el último euro mangado y por supuesto no saldrán del trullo hasta que no cumplan ÍNTEGRAMENTE toda la condena impuesta por el señor juez. En estos casos no hay rebajas de condena ni nada por el estilo.
Los cómplices, es decir, esos amigos, primos, familiares, vecinos, colegas, etc, etc, etc, que están o estaban siempre junto al chorizo de turno mientras robaba, mangoneaba, malversaba y usaba esos dineros y que luego no saben nada, (aunque tengan el Jaguar de su marido guardado en su propia cochera, véase Ana Mato) serán considerados a la misma altura que los que ejercían los actos, ya que con su silencio y con su complicidad han sido piezas clave para que se efectuaran los hechos condenados y probados. Éstos complices, si se demuestra que se han aprovechado de esos dineros comprando, disfrutando y viviendo a pajera abierta, no saldrán del trullo hasta que no devuelvan hasta el último euro gastado en sus caprichitos pijos. Si por el contrario son declarados libres de toda culpa, pues que sigan disfrutando de su vida pija sin más.
Esta Ley Orgánica tendrá también efecto para todos los banqueros o no banqueros (véase caso tarjetas black de Bankia, en donde había de todo menos banqueros) que se hayan aprovechado de tarjetas bancarias para su uso personal e indebidamente y sin declarar esos derroches (ahora llamados gastos de representación) a la Hacienda pública. También tendrá efecto sobre todos los imputados (huy perdón, investigados) en todo lo referente a cursos de formación y ERES en cualquier Comunidad Autónoma española.
Y para que así conste, se firma dicha Ley Orgánica por parte de quién corresponda y con fecha tal y cual del año de Nuestro Señor.
DESPIERTEN queridos blogueros, que todo lo anterior es un sueño, una quimera irrealizable en esta España cutre y salchichera que nos ha tocado vivir, por la sencilla razón de que los que tienen que redactar dicha Ley Orgánica son los mismos a los que les puede afectar. DESPIERTEN queridos blogueros, todo lo anterior es una quimera, nada más. Bueno, así que os espero, para que me comentéis en profundidad, lo que pensáis o queráis a blogeros como yo. Un saludo.
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