¿Por qué se niegan?

Estamos en el año 2013. Toda Hispania está ocupada y llena de instituciones que reciben subvenciones del Estado y que ahora con la nueva Ley de Transparencia, deben de hacer públicos los datos para ver en que se gastan el dinero del contribuyente. ¿Todas las instituciones?, todas no, una CEOE y unos sindicatos (no se rían por dios, en España todavía existen estos parásitos sociales aunque ustedes no los vean ni por error administrativo) pobladas por irreductibles vividores ricachones resisten todavía y siempre al invasor. Y la vida no es fácil para los ciudadanos que con sus impuestos mantienen a tanto cara dura y golfo. Pues eso, la nueva Ley de Transparencia que prepara el Gobierno, va a obligar a todas las instituciones y otros chupópteros a hacer públicas todas las cuentas y los sueldos de directivos y empleados. Pero ya se sabe, estamos en España y no hay sopa Hispana sin pelo dentro y como he comentado anteriormente los sindicatos que viven gracias a lo que les atiza el gobierno de turno junto con sus más directos enemigos, es decir, los de la patronal de la CEOE se niegan a que eso sea posible. Se me ocurren varios motivos por los cuales estas dos instituciones o como se llamen, se nieguen a hacer público esas subvenciones. 

Un motivo puede ser, que en los tiempos que corremos de austeridad, los directivos (entre éstos se incluyen a los dirigentes sindicales) sean reacios a decir lo que ganan a final de mes porque el sueldo será de tal escándalo y de tal magnitud que seguro que se les caería la cara de vergüenza. Pero ya sabemos que el directivo del sindicato UGT el conocido como Cándido Méndez, cobra alrededor de 110.000€ al año por tocarse las pelotas, mientras los pocos trabajadores que quedamos en activo vemos que son más ineficaces que un pedo. Por esta misma razón, los de la CEOE tampoco querrán decir los sueldos disparatados de los suyos. Otro motivo puede ser el no airear los trapicheos que puedan suceder dentro de estas instituciones y dejar que de vez en cuando casos como el de Díaz Ferrán ocurran y luego se olviden, como ha sido el caso y lo mismo se puede decir de los sindicatos, que al tener gente en todos los lados, como por ejemplo en las cajas de ahorros, pues así se evitan el no airear los sueldos de esa gente. Seguro que hay más motivos, pero esos son los que yo considero MIS motivos. 

A parte claro está de los motivos que estas instituciones tengan para no querer cumplir esa ley que es tan necesaria para yo saber en todo momento en que se gastan mis impuestos, o lo que es lo mismo, hacer como cuando hay obras públicas que el Gobierno indica el tipo de obra que es, quien la ejecuta y cuanto cuesta, aunque esto no suponga que después haya trapicheos, sobres deambulando de un lado a otro, etc, etc, porque les recuerdo que estamos en España y eso ya dice mucho. Pienso que si hay alguna institución que se niega a cumplir la ley, directamente el ejecutivo debería de quitarle dicha subvención a esa institución para así ahorrar y quitarnos personas derrochadoras con un dinero que no es suyo pero que gastan sin ningún pudor en saber qué cosas y en qué comidas. Eso es lo que el ejecutivo debería de hacer y dejarse de mamoneos y de miedos que para eso tiene la mayoría absoluta y la tiene para gobernar, guste o no guste. Tampoco me gusta a mí que me suban el IVA y el IRPF y me tengo que joder. Y esas subidas (que no se nos olvide) han ido a parar en parte a subvencionar a este tipo de instituciones para que luego ellas se nieguen a hacer público mi dinero de mis impuestos. Quién se niegue, cerrojazo del grifo al canto y si tienen que trincar el chiringuito, pues que lo hagan no serán los primeros ni los últimos. Pero es muy bonito vivir de la teta de la vaca por tocarse los huevos, ese es el problema de fondo, que como les cierren el grifo tendrán que volver a hacer trabajos forzados, es decir, a trabajar como cualquier español honrado. He ahí el gran problemón. Porca miseria. Bueno, así que os espero, para que me comentéis en profundidad, lo que pensáis o queráis a blogeros como yo. Un saludo. 

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