No sé qué ocurrirá el día 8 de Marzo (día de la mujer) del año de Nuestro Señor 2025. Estaré de viaje, con la dosis de vergüenza añadida de quien está en el extranjero y comprueba que lo miran a uno con lástima, como súbdito de un país de fantoches, surrealista hasta el disparate. Por eso, el mal rato que ese día voy a pasar quiero agradecérselo a seis (aunque habrá más detrás de todo este rollo macabeo) personajes políticos que hicieron del feminismo su bandera, con la cual al cabo del tiempo se han limpiado el culo. A saber: Pablo Iglesias, ese ex vicepresidente del gobierno el cual decía que a las mujeres habría que azotarlas hasta que sangraran; a Íñigo Errejón, el imputado por no poder controlar sus impulsos sexuales y el cual era el baladí de la causa feminista; Juan Carlos Monedero, el baboso de la complutense, el cual recibía a sus alumnas en su despacho y las sobaba dentro y fuera de la universidad, el cual decía defender a las mujeres del acoso de la ultraderecha y todas esas tonterías a las cuales nos tenía acostumbrados. Todos los nombrados son presuntos, no vaya a ser que encima de relatarles el asunto, se me caiga el poco pelo que tengo.
Me quedan tres personajes políticos de los seis de los que les voy a hablar. Ione Belarra, la que ocultaba todo para no perjudicar a las víctimas. Yolanda Díaz, la que protegía a las mujeres de las zarpas de la derecha y de la ultraderecha y que resulta que su mano derecha e íntimo era el peor (presunto) acosador. E Irene Montero, la desparecida en Bruselas, la cual propicio con su ley del sólo sí es sí, que miles de agresores sexuales salieran de las cárceles. Hay más personajes metidos y metidas en todo este rollo, pero voy a dejarlos fuera porque esta página tiene capacidad de aforo limitada. Así que me centraré en los seis que les he indicado, que harán posible que a mi edad, y con la mili que llevo, unos amigos franceses a los cuales voy a visitar me acompañen en el sentimiento.
Cuando miro atrás sobre cómo hemos llegado a esto, a que una democracia de cuarenta años en uno de los países con más larga historia en Europa se vea en la que nos vemos, me llevan los diablos con la podredumbre moral de una clase política capaz de prevaricar de todo, de demolerlo todo con tal de mantenerse en el poder, aunque sea con respiración asistida. De esa panda de charlatanes, fanáticos, catetos y a veces ladrones (con corbata o sin ella), dueña de una España estupefacta, clientelar o cómplice. De una feria de pícaros y cortabolsas que las nuevas formaciones políticas no regeneran, sino alientan. Y todo esto me lleva a hacerme la pregunta del millón, ¿en manos de quién estamos?. Me pregunto si serán capaces de presentarse en la manifestación (si la hay) del día de la mujer, porque los tendrían que tener bien puestos para hacerlo, aunque sabiendo en el país que vivo, en donde todo disparate es posible, los veo detrás de la pancarta, sin que se les caiga la cara de vergüenza y sin pedir perdón a ninguna mujer pos su comportamiento vil. Sería lamentable, penoso y bochornoso que estos seis personajes fueran a cualquier acto del 8M, ya que lo degradarían, sino lo han hecho ya con su presencia y sobre todo con su actitud. España, año 2025. Bueno, así que os espero, para que me comentéis en profundidad, lo que pensáis o queráis a blogueros como yo. Un saludo.
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