Una vara distinta

Estos de Podemos, tienen una doble vara de medir. Son capaces de alentar a ocupar viviendas desocupadas, pero luego, cuando se saltan el perímetro de seguridad de sus casas, al que lo hace, lo denuncian y la justicia cae implacable como espada de Damocles sobre el desgraciado/a ciudadano/a que lo ha hecho, aunque haya sido sin querer, cosa que los okupas avalados por Podemos y toda su chusma, pueden hacer sin el menor miramiento, y encima la ley les favorece. Toma del frasco, Carrasco. 

Les cuento todo lo anterior, porque leyendo los otros días un periódico digital, me encontré con esta noticia que me dejó patidefuá pese al escaso margen de sorpresa que a uno le deja ser súbdito español. Ahí va: “madre e hija que se saltaron el perímetro de la casa de Iglesias y Montero serán juzgadas el jueves. Ambas están acusadas de un delito de desobediencia, de atentado contra agentes de la autoridad y otro leve de maltrato de obra”. Pero vamos a ver, ¿a estas personas la nueva ley de ocupación que ha diseñado el bigobierno no está de su parte?¿para quién está hecha esa ley?¿para los okupas profesionales?¿para los okupas de toda la vida?¿para los okupas podemitas?¿para quién?. Sólo exijo una explicación, que por supuesto nadie me va a dar. 

Pero el Juzgado de lo Penal número 17 de Madrid las juzgará el próximo por no respetar (no por ocupar nada, ojo al parche) el perímetro de seguridad que la Guardia Civil había colocado en la vivienda de Galapagar donde residen el vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, y la ministra de Igualdad, Irene Montero. 

La Fiscalía imputa a la madre la presunta comisión de un delito de desobediencia y a la hija, un delito de atentado contra agentes de la autoridad y otro leve de maltrato de obra. Se solicita un año de prisión para la hija y otros seis meses para su madre. 

Aquí tenemos la doble vara de medir, otra más en la cual los marqueses de Galapagar se mueven como pez en el agua, y que está siendo seña de identidad de ambos y de su manera de entender la política y la justicia española. Cuando a ellos les afecta o les molesta alguien o algo, zas, denuncia. Pero si eso lo hacen gentuza de su bando y de movimiento político, entonces son derechos que la ultraderecha fascista les quiere quitar oprimiéndolos sin compasión. 

Menos mal, que la gente y los ciudadanos no son tan tontos como esta panda nos quiere hacer ver y encima creer. La gente se está dando cuenta de qué lado masca la iguana con estos marqueses de Galapagar y de todos los que viven gracias a ellos y de chuparles el culo a ellos, y la gente empieza a hartarse de sus mentiras, de sus desapariciones en los momentos más difíciles de esta pandemia y de su doble vara de medir. Y yo me alegro de que sea así, ya que no han movido un dedo para ayudar a España. Sólo han sabido mover la silla para desestabilizar y usar sus panfletos para esturrear mierda sin sentido y de su ideología. Es lo que tiene el poder, que corrompe, que cambia a las personas que lo adquieren y que hace utilizar varas distintas según sus conveniencias. En fin. España, año 2021. Bueno, así que os espero, para que me comentéis en profundidad, lo que pensáis o queráis a blogueros como yo. Un saludo. 

 

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