¿Para qué están?

Estas personas son como los billetes de 500€, todo el mundo sabemos que existen, pero nadie los ve ni los ha visto fuera de sus lugares de trabajo. Se sabe también que cobran un pastizal, rondando los 52.000€ al año y que están ahí por ser amigo de o pertenecer al partido del gobierno o bigobierno de turno. Algunas veces, tienen varias ocupaciones, como por ejemplo la niñera de Irene Montero, que es también directora de alguna dirección general e íntima de la ministra de Igual-Da. 

Pero la pregunta del millón, es: ¿para qué están los asesores ministeriales? ¿Qué tareas desempeñan estos contratados eventuales que ministros y secretarios de Estado meten en nómina bajo esta etiqueta tan elástica y difuminada de asesores?. Estos son los denominados cargos de confianza, que son a fin de cuentas empleados con sueldo público cuya labor es tan etérea que es difícil medir qué aportan y si de verdad hacen falta. 

Pero hay otra pregunta que me ronda la cabeza, ¿en qué consiste asesorar?. Dado que la ministra de Igual-Da ha incorporado siete asesoras (ojo al detalle, señora) de alto nivel salarial, convengamos que Irene Montero es una autoridad en la materia y la mejor indicada para explicarlo. Y dado que la práctica se extiende a otros ministerios y secretarías de Estado, ¿qué hacen en realidad los asesores y las asesoras (por eso de la inclusión verbal y de la igualdad entre sexos) de nivel 30, cobrando 52.000€ brutos anuales y cuyo currículum en ocasiones ni siquiera se publica?. ¿Son especialistas en diversas materias que compensan la falta de especialistas entre los funcionarios de los ministerios?. ¿No hay funcionarias o funcionarios (por eso de la inclusión verbal y de la igualdad entre sexos) en el ministerio de Igualdad, por ejemplo, que puedan hacer el trabajo de asesoramiento?. ¿Tan malos son los empleados públicos que hay que meter tanto asesor, o asesora, de fuera?. Todas estas preguntas me surgen. 

Pero por seguir preguntando: ¿han creado los ministros y sus secretarios de Estado una suerte de administración paralela a la que se accede por afinidad al que manda y en la que no rigen ni el examen de méritos ni la formación que sí se reclama a los funcionarios?. Y ya de paso, creo que tampoco vendría mal una comparativa: ¿qué partidos y qué ministros gustan más de contratar personal externo?, ¿todos?¿sólo los que están el poder gobernando o bigobernando?¿sólo algunos?. ¿Cabe interpretar esa predisposición como desconfianza a la capacidad de quienes forman parte ya de la estructura de los ministerios?. 

En fin, preguntas que igual alguien se anima alguna vez a responder, como por ejemplo la ministra de Igualdad, por poner un ejemplo clásico y no muy lejano en el tiempo. Aunque no tenga niñera. 

Pero recuerden que estamos en España, y sólo se les piden explicaciones a los ciudadanos por no pagar tributos y por no cumplir con sus obligaciones. El resto viven en su mundo, alejados de todo y de la cruda realidad. Pues eso, que me lo expliquen. España, año 2021. Bueno, así que os espero, para que me comentéis en profundidad, lo que pensáis o queráis a blogueros como yo. Un saludo. 

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