El niñero

Tengo el curso de niñera, o de niñero, por eso de la inclusión verbal y de la igualdad entre sexos que tanto promulga nuestra impresentable ministra de Igual-Da doña Irene Montero. 

Lo del curso se lo digo a ella, por si algún día le hace falta alguien para cuidar de sus churumbeles cuando le sea preciso, ya sea por un mitin, ya sea porque tiene que ir al circo de la Carrera de San Jerónimo, ya sea por lo que sea. Me ofrezco a eso, a ser niñera. 

Ya sé, que esta impresentable habla hasta por los codos sin decir absolutamente nada coherente ni nada parecido a la realidad, pero el trabajo de niñera con esta mujer requiere aguantar eso y más, ya que está muy bien remunerado. 52.000€ de las arcas públicas y un puesto de director general en su ministerio de lo que sea, y sino existe esa dirección general pues se inventa para la ocasión. Como siempre se hace en esos ministerios. 

Ya sé también, que el trabajo lo voy a tener en ese mismo ministerio y al ladito del despacho de la bocachancla ésta de Irene Montero, ya que adaptó una oficina como sala de juegos para sus churumbeles, y así cada vez que me necesite para cualquier aclaración con respecto a la dirección general que voy a ostentar, o si se ha hecho caca este o aquel churumbel, la respuesta será rápida, por estar puerta con puerta. 

No hay que tener preparación alguna para ninguno de los dos cargos. El único requisito que hace falta, es ser amiga de esta impresentable o del macho alfa, ser afiliado de Po(t)demos o de lamerle el culo cuando la necesidad lo requiera. Por lo tanto, tengo la cosa bastante complicada para ser niñera de esta tipa, ya que ni soy su amigo, ni soy de Po(t)demos (tampoco soy de ningún otro partido, ya que me dan todos asco, dicho sea de paso), y no le voy a lamer el culo ya que no la conozco personalmente ni maldita la falta que me hace. 

Así que, mi gozo en un pozo. Pero eso sí, pago de mis impuestos a su niñera, pago el sueldo de su directora general (que es la misma niñera, como ustedes saben), pago las obras de la adaptación de la oficina a sala de juegos, y seguramente pagaré también pañales, luz, agua y biberones de esta familia tan “humilde”. Menudo asco. 

Esto que les he expuesto no ocurre en una película de ficción. Ocurre en esta España de pandereta, de oportunistas y de golfos y golfas (por eso de la inclusión verbal y de la igualdad entre sexos), en el cual vivimos, y más concretamente dentro del bigobierno del cual tenemos la mala suerte de tener y de mantener. 

Pero su vocero, conocido como Echeniquelicuatre, no ha tardado en vocear que todo esto es una interpretación burda de la realidad llevada a cabo por los medios fascistas y ultraderechistas que existen en este país. En fin, todo esto señora, corre a su cargo. No lo olvide cada vez que vaya a votar, sea a quien sea, porque al final, la diferencia entre ellos, es el color de sus formaciones políticas. Los ciudadanos, les importamos una mierda. Así ha sido, es y será. España, año 2021. Bueno, así que os espero, para que me comentéis en profundidad, lo que pensáis o queráis a blogueros como yo. Un saludo. 

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