La fantochada

Que el circo de la Carrera de San Jerónimo está lleno de payasos y payasas eso ya lo sabíamos, porque para eso es un circo. Pero la semana pasada, mientras nuestros queridos diputados y diputadas perdían el tiempo en esa moción de censura inútil y ya perdida de antemano, vimos también algo que a lo mejor tiene que compartir espacio con el término payaso, FANTOCHES y FANTOCHAS, ya saben, por eso de la igualdad a la que se refiere cuando le interesa la marquesa de Galapagar. 

Y es que la fantochada de la moción de censura es sólo comparable a una pérdida de tiempo, y como siempre vimos insultos, desprecios, tú más, yo menos, yo salvo España, fascistas, asesinos, gobierno que no sirve ni para tirar mierda con una pala, etc, etc, o sea, nada nuevo bajo el techo de ese circo parlamentario. 

Pero si nos paramos un poco a analizar ciertas cosas y ciertos comportamientos, puede ser que esta moción de censura valga para algunas cosas. Como por ejemplo el ver como Vox se ha quedado más sólo que la una, aislado, y cómo su líder, aparte de insultar y arremeter contra todo dios en ese circo, no llevó ni una propuesta que justificara la moción de censura a la que su cabezonería llevo a presentar y a debatir. 

Por otro lado, a ZPedro se le vio con el colmillo goteante y casi contento de que esta moción se debatiera, para tirar de datos y hacer una campaña electoral dentro de la moción, todo ello regado con su habitual maestría de prevaricar de todo, de arrasarlo todo y de soltar lo bien que está España gracias a él y sus compinches en el gobierno. Pero también aprovechó su último turno de palabra, para tenderle la mano a Pablo Casado para la renovación del Consejo General del Poder Judicial, un día después de que la UE le tirara de las orejas al ejecutivo diciéndole que la reforma que pretende el gobierno junto con Podemos, roza los límites del Estado de derecho, de ahí el ofrecimiento, y no por votar en negativo a la moción de censura. 

La señora Lastra, le metió bien los pelos para adentro a Abascal, diciéndole lo que es desde la tribuna de oradores, pero pecando también de un analfabetismo histórico digno de un chaval de la ESO. Le tiró a degüello tanto a Casado como a Abascal, que quitaran el nombre de Largo Caballero de una calle de Madrid, cuando la Ley de Memoria Histórica que su partido sociata aprobó y hace cumplir para los nombres de los fascistas, según ellos, es para hacerla cumplir en todos los aspectos, ya se sea de izquierdas, de derechas, del centro o de la luna. 

Lastra demostró una vez más de que teta está enganchada y ahí se pasó cien pueblos, porque cabe recordar que memoria histórica es todo, desde los Íberos, hasta los cartagineses, pasando por los romanos, los republicanos, las checas, los fascistas, la policía político social e incluso la ya pasada moción de censura de Vox. 

Rufianes y demás chusma pues a lo suyo, que la extrema derecha es fascismo, que sólo quieren volver a la España de tricornios, sotanas y torturas, que si esto, que si lo otro y que hay de lo mío, ya que estamos en la tribuna. En fin, no esperaba menos de esta fantochada cirquense, llamada moción de censura. Eso sí, el repaso a Vox ha sido descomunal. España, año 2020. Bueno, así que os espero, para que me comentéis en profundidad, lo que pensáis o queráis a blogueros como yo. Un saludo. 

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