De verdad que cada día que pasa me importa menos las cosas políticas de este país de risa en el que vivo. Me importa bien poco lo que hagan y digan nuestra insoportable casta política, por la sencilla razón de que estoy hasta la coronilla de que siempre se estén peleando, nunca solucionen nada a los ciudadanos y encima cobren por todo eso. Es sencillamente infumable e inaguantable.
Cada vez que me da por ver, oír o leer cualquier medio de comunicación, aparte de echar la pota, uno piensa qué hace viviendo aquí y no en otro lugar más apropiado y más serio que este país en el cual tenemos la mala suerte de vivir gracias en parte a esta chusma política. Cada miércoles, es más vomitivo y más asqueroso ver u oír en cualquier medio de comunicación, la batalla de patio de colegio que se celebra en ese circo que tienen montado en la Carrera de San Jerónimo y vulgarmente conocido como congreso de los diputados y diputadas, que pasa a ser un lugar de peleas, desencuentros, de tú más que yo, de discusiones, de insultos y sobre todo, de un lugar en donde no solucionan absolutamente nada este poder legislativo por llamarlo de alguna manera formal.
Se me cae la cara de vergüenza el ver como esta chusma política se pelea sin solucionar, se insulta sin solucionar y encima cobran por no solucionar. Pero lo peor de todo, es que desde los medios de comunicación extranjeros, se están dando cuenta de lo que hay gobernando y legislando en este país, que es simple y llanamente un montón de payasos y de payasas, al cual mejor, que hacen que desde los Pirineos para arriba se pregunten que hemos hecho los españoles para merecer esta maldición política que tenemos.
Jamás antes el ridículo de nuestra casta política había llegado tan alto, y cada miércoles que pasa se superan un poquito más en conseguir dejar a España a la altura de una pista de un circo. Pasen y vean el espectáculo tan lamentable y bochornoso que dan ese día desde ese hemiciclo convertido por ellos mismos en el mayor espectáculo del mundo.
Me da la sensación de que nos tienen por bobos, por imbéciles, por borregos que pueden manipular a su antojo, ya que una vez en ese sillón del circo del parlamento, poco se puede hacer si exceptuamos el espectáculo que dan. Y puede que sea así, ya que en parte tenemos culpa de esto, porque cada cuatro años (a veces menos, dependiendo de cómo se lo monten nuestros gobernantes) vamos a votar a todos estos follafolios que serán los que nos gobernarán (dejo de lado los posibles pactos para llegar al poder con asesinos, indepes y demás escoria), y decidirán nuestro futuro, no ahí en el parlamento que es donde debería ser, sino desde los despachos o consejo de ministros. En fin, a tragar es lo que nos toca. Nadie levanta la voz por este atropello, nadie hace nada, salvo opinar y discutir en las redes sociales por tal y cual partido, que es lo que al final pretenden, que nos peleemos entre nosotros para ellos hacer sin que nos enteremos. ¿Cómo se llama eso?. Haya cada cual. España, año 2020. Bueno, así que os espero, para que me comentéis en profundidad, lo que pensáis o queráis a blogueros como yo. Un saludo.
Compártelo:
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comentalo, y dime que te parece