Juro a ustedes por el cetro del dios Pichimichi que lo que voy a contar es cierto. Aunque comprendería que dudasen, porque en un país normal, algo así sería imposible. Pero recuerden que éste no es un país normal, sino España, un lugar donde todo disparate, por gordo que sea, tiene su asiento, y donde por poner un ejemplo clásico, una ardilla podría cruzar la Península saltando de gilipollas en gilipollas sin tocar el suelo.
Como saben ustedes y si no se lo recuerdo yo, voy a desayunar todos los días al bar de mi amigo Pacorro. Se lo pueden tomar como una chulería por mi parte como otra cualquiera, el caso es que me presento allí. Resulta que Pacorro compra la prensa diaria para que sus parroquianos y los que no lo son, se culturicen porque leen, se informen ya que leen la prensa y vomiten gracias a la prensa que leen, porque cabe recordar que abrir un periódico en esta España salchichera es literalmente echar la pota.
Resulta que leo con estupefacción una noticia que me dejó patidefuá, pese al escaso margen de sorpresa que a uno le deja ser súbdito español, y es que los ingresos del Estado por impuestos alcanzaron los 90.679M de € hasta el mes de abril y aumentaron un 5,5% con respecto al mismo periodo del año pasado, con lo cual cabe preguntarse dónde está la bajada de impuestos que esta gente que nos gobierna nos prometió hace tiempo, porque recaudar toda esa cantidad de pasta no me digan que no tiene mérito estando el patio conforme está.
Pero todo lo anterior, fue gracias al avance de la recaudación del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), que creció un 11,6% en los primeros cuatro meses del año por las retenciones por rendimientos del trabajo, tal y como se recoge en el último informe mensual de recaudación tributaria de la Agencia Estatal de Administración Tributaria (AEAT) y que venía en el periódico que estaba leyendo un tanto resumido, y que yo les colocó con total amabilidad, lo mismo que decía, que en abril se mantuvo la estabilidad en el crecimiento que ha caracterizado al IRPF en el arranque de 2023, y que es consecuencia del dinamismo que muestran las retenciones sobre rentas del trabajo y actividades económicas.
Y una vez sabido todo lo anterior, que es como recaudan crujiendo a impuestos a todo lo que se cruce en su camino para tener ellos, ellas y elles su estado de bienestar intocable, y partiendo de que son políticos mediocres sin preparación ni sentido del ridículo y encima analfabetos a los que el azar y el esperpento de un país asombroso como es España, sitúan en puestos que les permiten tomar decisiones tan limitadas, tan miserables como su propia altura, pero que a la hora de recaudar son infalibles como se puede apreciar con todos los datos expuestos anteriormente.
Por eso, ya no me sorprende nada de lo que hagan, ni para bien ni para mal con lo cual me limito a ver lo que destruyen, a ver como se tiran mierda unos a otros aunque luego sean compadres y eso hace que monten este circo diario y provoca que muchas veces esta gentuza política no esté muy lejos de la pista de un circo. España, año 2023. Bueno, así que os espero, para que me comentéis en profundidad, lo que pensáis o queráis a blogueros como yo. Un saludo.
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