Viendo en la tele el espectáculo que llevan dando durante años nuestros políticos en cualquier parte allá donde vayan, me pregunto cómo hemos sido capaces los españoles de concentrar en esta querida España, porque de alguna manera hay que llamar a este país en el que vivimos, a tantísima gentuza de tan variopinto pelaje. Porque no es fácil, no. La cosa tiene su mérito.
Y es que, parándome a pensar un poco, me pregunto cuál será la diferencia entre la palabra de un político y una mierda pinchada en un palo, y llego a la conclusión que es simplemente el palo. Y perdonen ustedes queridos blogueros que empiece hoy este post así de esa manera, pero es que hay cosas que me hierven la sangre, y a pesar de estar acostumbrado a ellas en este país tan desdichado gobernado o intentando hacerlo por una banda de mentirosos sin escrúpulos y sin honor, pues me sigue hirviendo la sangre esas formas de actuar, simplemente por pillar unos sillones en el poder, al precio que sea y sin importar nada ni nadie.
ZPedro es el rey absoluto de esta forma de hacer política, una forma como otra cualquiera, pero con el inconveniente que miente más que ve, y encima donde dijo digo ahora dice Diego, pero es que además la culpa de todas esas mentiras (cambio de opinión lo llama él en las entrevistas), las tiene la derecha, la ultraderecha y los medios afines a estas ideologías políticas, cosa que sabe él que no es verdad.
La última en apuntarse a esta forma de hacer política es María Guardiola, la candidata a presidir la Junta de Extremadura. Esta tipa, dijo en palabras de molde, que JAMÁS pondría en su gobierno a nadie de Vox, y que se retiraba de la política antes de colocar en su gobierno a alguien de Vox, que es ese partido que guarda la bandera LGTBI en un cajón, que no reconoce lo de la violencia de género y unas cuantas cosas más, cosa que es verdad, dicho sea de paso.
Pero pasan los días, y el culo aprieta por sentarse en el sillón del poder, y en estos días ha empezado a recular sobre lo que comento, y ahora, donde dijo digo, dice Diego, es decir, que esta tipa igual que la de casi todos estos moñas que medran y trincan de la política española, su palabra no vale absolutamente nada de nada, porque de lo que se trata en estas negociaciones, es que todos pillen parte del pastel, pillen sillones para sentar sus enormes culos, pillen inmunidad para poder hacer y deshacer a su antojo, pillen buenos sueldos y que luego cuando se vayan de sus sillones, les quede una buena paga por la labor ejercida desde esos sillones, que será casi nula (ese casi es el margen de error) por no decir inútil o nula.
Y de lo anterior va todo este rollo político. Nada nuevo bajo el sol en este país. Nada que aportar de novedad a lo que ya sabemos y vemos. Nada diferente a lo que lleva pasando 40 años. Nada de esperanza a los ciudadanos por intentar cambiar algo las cosas. Nada que de esperanzas a los ciudadanos de que algo va a mejorar en la vida de los mismos. Nada se puede esperar de esta chusma política desagradecida, falsa, mentirosa, manipuladora, golfa, vividora y gandula. Nada, o por lo menos es lo que yo espero. Nada. España, año 2023. Bueno, así que os espero, para que me comentéis en profundidad, lo que pensáis o queráis a blogueros como yo. Un saludo.
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