Agencia de viajes UGT

Hay días en los que tras ver la tele, mirar los periódicos o escuchar la radio, cualquiera que pueda hacerlo, se pregunta qué hace aquí en vez de estar viviendo en otro sitio. Pero juro a ustedes por el cetro del dios Pichimichi que lo que voy a contar es cierto. Aunque comprendería que dudasen, porque en un país normal, algo así sería imposible. Pero recuerden que éste no es un país normal, sino España, un lugar donde todo disparate, por gordo que sea, tiene su asiento, y donde por poner un ejemplo clásico, una ardilla podría cruzar la Península saltando de sindicalista vividor en sindicalista vividor (no se rían por dios, en España todavía existen estos parásitos sociales aunque ustedes no los vean ni por error televisivo) sin tocar el suelo. 

La última de este clan, porque son un clan, digan lo que digan, es que una ex empleada de este sindicato, gastó 162.000€ en vuelos de placer con la tarjeta de la UGT. Pero no se vayan todavía, que aún hay más. Los viajes de lujo de la ex trabajadora (ojo al detalle) como digo, se pagaban (presuntamente, porque en este país todo es presunto aunque las cosas sean evidentes) con una tarjeta corporativa Solred del sindicato UGT, para pagar los mencionados viajes que según el periódico que leí y que me dejó patidefuá pese al escaso margen de sorpresa que a uno le deja ser súbdito español, eran a Miami, Mallorca, Fuerteventura (en este además con la invitación de 21 amiguetes para que la ex trabajadora sindical no fuese sola), Maldivas, Dubái, Tanzania, Las Seychelles y París, con visita incluida a Disneyland. 

Pero no se vayan todavía, aún hay más. La ex empleada de la UGT tenía buen corazón, como han podido ustedes leer en la invitación a Fuerteventura. Y les digo esto, porque la ex trabajadora sindical, daba cheques por valor de 43.000€ por la amistad que tenía desde la infancia con otra ex trabajadora, que fue precisamente la que se chivo de este gastazo impresionante, cuándo la chivata tuvo que ir a declarar. Raquel Mata, que así se llama la chivata o la investigada, aparte de todos los viajes anteriormente mencionados, manifestó que se benefició de esos 43.000€ que le dio la de la tarjeta Solred, ante la mala racha que atravesaba la chivata, y por la amistad que les unía desde la infancia. Que enternecedor. 

No sé si se habrán enterado de lo que les he contado, pero no hace falta ser un lince para darse cuenta del derroche de dinero en beneficio propio y algún que otro beneficio ajeno a costa de la UGT, que a su vez ingresa (pero poco) dinero de las cuotas de sus afiliados, y de los impuestos de todos los españoles, seas sindicalista o no lo seas. La susodicha vividora y gastadora oficial del reino sindical, se conoce como Maika Tomás, y me pregunto qué hubiese sido de ella y de la tarjeta corporativa sino hubiese declarado Raquel Mata ante la fiscalía, precisamente por sospechas de malversación en este sindicato gandul y vendido al gobierno de turno para poder seguir trincando sin más. Seguramente dejaría la tarjeta temblando, que es lo que se hace cuando se recarga con un dinero que ni siquiera es suyo, ni sindical, sino de los impuestos de los ciudadanos. Porca miseria. Entonces, ¿sindicatos para qué?. España, año 2023. Bueno, así que os espero, para que me comentéis en profundidad, lo que pensáis o queráis a blogueros como yo. Un saludo.

 

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