Estamos en el año 2022. Toda Hispania está ocupada por los empresarios que tenemos y que no dan un aumento de sueldo ya los maten…¿Toda?, toda no, una parte de esa Hispania, sigue estando habitada por unos irreductibles sindicalistas que resisten todavía y siempre al invasor, y que no es otro que el NO trabajar por los trabajadores a los cuales dicen defender. Y la vida no es fácil para los currantes de esta Hispania, sometidos a las garras empresariales y a la dejadez sindical.
Por eso son los grandes desaparecidos. Llevan años que no se sabe nada de ellos y cuando aparecen, es para enterarnos de noticias como esta que les voy a colocar, y que sólo hace que estos vendidos agranden su historia pero a peor.
Antes de nada, juro a ustedes por el cetro del dios Pichimichi que lo que voy a contar es cierto. Aunque comprendería que dudasen, porque en un país normal, algo así sería imposible. Pero recuerden que éste no es un país normal, sino España, un lugar donde todo disparate, por gordo que sea, tiene su asiento, y donde por poner un ejemplo clásico, una ardilla podría cruzar la Península saltando de gilipollas en gilipollas sin tocar el suelo.
La noticia que me dejó patidefuá pese al escaso margen de sorpresa que a uno le deja ser súbdito español, decía así: “Los sindicatos de RTVE gastaron 141.000€ en comidas y 90.000€ en hoteles mientras la Corporación se iba a pique”. Toma del frasco, Carrasco. Pero la cosa seguía a más, y el medio donde leí la noticia, matizabas esos gastos. En total, sus dietas ascendieron a 404.005€ durante 2020 y 2021, pese a la pandemia (ojo al detalle). UGT y el Sindicato Independiente, los dos más cercanos al dimitido Pérez Tornero, fueron los que más gastaron.
Uno se puede creer la noticia o no, porque en este país corrupto en donde leer un periódico es literalmente echar la pota puede ser que no sea así del todo. Pero lo que sí tengo claro, es que en esta España no hay monumento al sinvergüenza desconocido porque aquí los conocemos a todos. Un infeliz país donde la gente puede verse obligada a cerrar tienda o negocio por equivocarse en su gestión, pero donde ningún banco ni banquero, ni político, ni sindicalistas que llevan años equivocándose en la gestión irresponsable de un dinero que ni siquiera es suyo, pagan el precio de sus errores. Nunca.
Ni una manifestación en todo lo que llevamos de legislatura por la inflación y la subida de todo, ni un comentario y si lo han hecho ha sido con la boca pequeña y sin que se entere Yolanda Díaz, sobre la situación por la que estamos pasando, ni un acto en el cual se les haya visto discrepar de nada que pueda ofender al gobierno que le da de comer, en definitiva, en su línea, que no es otra que la de vivir a tutti plen, gastando dinero que no es suyo, desaparecidos a saber dónde y que no hacen nada por nadie que no sea para su beneficio personal y para su bien cuidado y mantenido bienestar en el cual están acoplados. Me surge la pregunta de siempre, entonces, ¿sindicatos para qué?. España, año 2022. Bueno, así que os espero, para que me comentéis en profundidad, lo que pensáis o queráis a blogueros como yo. Un saludo.
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