Feliz Navidad

Sí queridos blogueros, feliz navidad en estas fechas en la que nos encontramos. Resulta que estaba en un bar, uno como los de toda la vida, como dios manda, con sus albañiles, sus moscas y sus borrachos de plantilla, y en un momento dado, me acorde que tenía que hacer algunas compras. Cerca de donde estaba ese bar, se sitúa un centro comercial de los de ahora, con tiendas, restaurantes, supermercados, cines y toda la parafernalia montada al más puro estilo gringo al cual nos han acostumbrado. 

Y les felicito la navidad ahora, por la sencilla razón de que estamos en un país conocido como España, porque de alguna manera hay que llamarlo, en el cual las tonterías, las gilipolleces y todo lo que sirva para tener entretenido al personal con esa clase de cosas, vale. Todo vale. 

Vivo en una comunidad autónoma de cuyo nombre no quiero acordarme, la cual, como pasa en el resto de comunidades autónomas, tiene sus frikis, sus moñas y toda la tribu que por una cosa o por otra gobierna. Pero esta vez, la crítica no va en esa dirección, aunque cuando les exponga el motivo de la misma en este blog pecador, ustedes atarán cabos. 

Imagínense la situación: un centro comercial cualquiera en la comunidad autónoma donde vivo, mes de octubre, en el hall de ese centro comercial hay colocado ya un pedazo de árbol de navidad que lo flipas, y eso me llevó a preguntarme en qué clase de país vivo, en qué clase de colegio de barrio estamos, en qué clase de marketing agresivo estamos inmersos los ciudadanos, que a la fecha que estamos, ya somos carne de cañón para los comercios y multinacionales. 

Alguien o muchas personas, quien sabe, sólo encontrarán en esa colocación del árbol de navidad una simple anécdota. Pero recuerden que estamos en un país muy singular, y ciertos detalles y matices hay que saber interpretarlos de otra manera, bajo otra perspectiva, y eso te hace tener una visión un tanto diferente, aunque al final consumas productos como todo dios o como todo buen ciudadano. 

Si año tras año Vigo es objeto de mofa por las prisas de su alcalde, Abel Caballero, para colocar el alumbrado y la decoración navideña en la ciudad, este 2022 un centro comercial de la comunidad autónoma donde resido se le ha adelantado como les he comentado, y es en ese adelantamiento donde tienen ustedes que atar cabos, y todo cuando aún quedan más de dos meses para el inicio de la Navidad el próximo 25 de diciembre, como lo leen. 

Así es queridos blogueros, y si hay algo que me sigue dejando patidefuá, pese al escaso margen de sorpresa que a uno le deja ser súbdito español son esta clase de cosas, esta clase de manipulación encubierta en la cual estamos inmersos y en la cual no se ve la luz al final del túnel, sino que cada vez hay menos luz y más túnel. Estamos (todos, yo me incluyo) comprendiendo que ya nada será igual, y estamos iniciando un discreto viaje hacia el abismo, y es una caída imparable y silenciosa. Feliz Navidad. España, año 2022. Bueno, así que os espero, para que me comentéis en profundidad, lo que pensáis o queráis a blogueros como yo. Un saludo.

 

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