Ya saben ustedes que abrir un periódico en este país corrupto conocido como España, porque de alguna manera hay que llamarlo, es casi echar la pota. Y con algunas cosas o casos, seguro que echan hasta la primera papilla, y ya si ven a los personajes que componen esa noticia, pues ya no sé si tendrán algo en el estómago para seguir vomitando.
Pero ese estado vomitivo no lo producen los hechos en sí, ya que vivo en un país el cual el robar, el mangonear, el chorizar dinero público, es decir, de todos los españoles está a la orden del día, sino que me refiero a la chulería con la cual esta chusma mangante se enfrenta al juzgado que lo están juzgando por robarnos a todos los españoles.
En estos últimos días, estamos asistiendo al juicio de las tarjetas black, esas tarjetas que eran según los dueños de las mismas, un complemento al sueldo de los que las poseían. Dicho en cristiano, una tarjeta para gastar a pajera abierta a costa del banco. El problema era y es, que no se declaraban esos gastos, y de ahí este pedazo de juicio bochornoso y lamentable.
Pero como siempre pasa en este país de pandereta, las cosas nunca son como son ni como el ciudadano quieren que sean, sino que es como los políticos quieren que sean para protegerse ellos y a sus amiguetes de turno. Si miran ustedes con atención la tabla que les coloco en el enlace* del final del post, se darán cuenta de varias cosas. La primera y más llamativa, es que en muchos casos, los gastos realizados con las tarjetas no corresponden con las multas que pide el fiscal. Claro, de ese análisis, (éste puede ser por encima) surge la pregunta oportuna, ¿por qué?, y a su vez surge otra, ¿por qué no los multan haciéndoles devolver todo lo gastado?, es lo que a mí me está martilleando en la cabeza.
Cabe recordar, que ROBAR ES DELITO, PERO SÓLO PARA LOS POBRES, y para ejemplo un botón. Una mujer se encontró una tarjeta (no black) y la utilizó para comprar pañales y comida para su bebé. Cuando la trincaron, le hicieron un juicio, el cual no tuvo tantas garantías ni tantos abogados buenos como toda esta chusma barriobajera tiene para defender lo indefendible, y de ese juicio salió condenada a 2 años de cárcel por hacer un uso fraudulento de una tarjeta ajena. ¿Será la ley tan implacable con esta chusma de Bankia?¿o por el contrario será benevolente por ser quién son, por pertenecer a partidos políticos y sindicatos y por ser amigos de?.
Viendo las multas que pide el fiscal en relación a lo gastado, pues ya me puedo imaginar el fin del juicio. Lamentable, pero es así. Y luego dicen que la justicia es igual para todos, jajajajajajajajaja me meo tó encima.
Es lo que hay Maikel Naig y así nos va. Porca miseria. Bueno, así que os espero, para que me comentéis en profundidad, lo que pensáis o queráis a blogeros como yo. Un saludo.
*PD: mira la tabla AQUÍ
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