Estos pájaros no paran de sorprenderme con sus gilipolleces. En el S.XXI, aún hay declaraciones machistas que no merecen ser escuchadas por nadie en su sano juicio, pero que aún así, siguen soltando algunos representantes de dios en la tierra. En el S. XXI, todavía no aceptan que la vida y la sociedad a cambiado. En el S.XXI, todavía no aceptan que las mujeres sean pilar básico para muchas de las cosas. En el S.XXI, todavía no aceptan que las mujeres puedan trabajar fuera de casa y traer un sueldo decente a casa. En el S.XXI, todavía no aceptan el cambio que se está produciendo delante de sus narices.
Todo lo anterior viene a colación, porque los otros días mientras desayunaba en el bar de mi amigo Pacorro me encontré una noticia que me dejó patidefuá, pese al escaso margen de sorpresa que a uno le deja ser súbdito español. La noticia decía lo siguiente: “EL LUGAR DE LA MUJER ES LA CASA”. Esta barbaridad, la ha pronunciado un tiparraco que tiene como servicio a monjas para que le pongan la comida, le laven la ropa y le barran la casa. Pero esas mujeres son monjas, y lo hacen por sus creencias. Pero el resto de mujeres no tienen por qué estar sometidas a ese tipo de cosas porque lo digan tiparracos de esta calaña.
Esta barbaridad, la soltó un tal Demetrio Fernández, que como se pueden ustedes imaginar es un personaje perteneciente a la Iglesia Católica, y más concretamente Obispo de Córdoba. Pero el colega ni corto ni perezoso, se atrevió también a criticar la fecundación in vitro, aún sabiendo que es de mucha ayuda para parejas que no pueden tener niños y que desean tenerlos. La verdad, pienso que a esta clase de gente se le va la olla o son unos fanáticos de la religión o hacen una interpretación muy personal de ella.
Cabe recordar, que desde tiempos remotos, la religión ha sido utilizada para conseguir territorios, matar a inocentes que no estaban de acuerdo con dicha doctrina, además, los hombres de la curia romana también la han utilizado para reprimir a la mujer y poner impedimentos para el matrimonio homosexual. Pero en el S. XXI estos impedimentos no tienen cabida en nuestra sociedad. Pero aún así, ellos siguen dando la matraca con el tema. No sé lo que este Obispo de Córdoba pensara sobre la pedofilia sufrida por muchos niños y ejecutada por sirvientes de dios, como él. Eso no lo critica el muy golfo y retrógrado Obispo de Córdoba. Sólo de pensar que reciben subvenciones millonarias de mis impuestos, hecho la pota.
Ya sé que golfos y mamarrachos de esta calaña hay en todos sitios. Pero hay instituciones en las que no se deberían consentir ciertas palabras ni ciertos comentarios, y máxime de este tipo viendo el panorama que tenemos con la violencia de género. ¿Se reirá este Obispo de Córdoba cada vez que hay una desgracia?, creo que no, pero viendo su forma de pensar…… Laus deo. Bueno, así que os espero, para que me comentéis en profundidad, lo que pensáis o queráis a blogeros como yo. Un saludo.
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