3 Paguitas

Viendo en la tele el espectáculo que da gran parte de nuestra barriobajera clase política, me pregunto cómo hemos sido capaces los españoles de tener y de mantener (esto es lo peor) a tantísima gentuza de tan variopinto pelaje. Porque no es fácil, no. La cosa tiene su mérito. Y lo peor no es llegar a hacer eso. Lo peor es mantenerlo, que es lo que realmente tiene su coña. No me vayan a decir ustedes que no tiene su gracia el asunto. Hace ya algún tiempo que se está hablando de un tal Koldo García, ese personaje que era la mano derecha de Ábalos en el ministerio de Fomento, y el cual gracias a eso, se hizo de muchos contactos y se asoció con empresarios de dudoso pelaje para conseguir mascarillas en plena pandemia, cobrando sus comisiones correspondientes por dicha adjudicación. Pero no se vayan todavía, que aún hay más. 

Resulta que según una noticia publicada en un medio de comunicación vía internet y de cuyo nombre no me acuerdo ni maldita la falta que me hace hacerlo, publicó que este tal Koldo García el que fue a mano derecha y asesor de José Luis Ábalos, habría cobrado del PSOE y el gobierno a la vez que disfrutaba de un subsidio por incapacidad permanente total. O sea, y traducido al castellano, tres pagas, dos de ellas estatales y otra casi, porque cabe recordar que el PSOE como cualquier partido representado en ese circo de la Carrera de San Jerónimo, recibe subvenciones estatales por tener representación en ese circo. 

Pero aparte de esas tres pagas, el tal Koldo también cobraba una suculenta prebenda con el negocio de las mascarillas gracias a las mordidas que pillaba, que no eran moco de pavo, y que le sirvió para incrementar su patrimonio una barbaridad, según los informes de la UCO de la Guardia Civil y que pululan por internet. 

Lo que yo no llego a entender, es como nadie se dio cuenta de las tres pagas, dos de ellas estatales, les vuelvo a recordar. Eso lo hace cualquier ciudadano de a pie y se le cae el poco pelo que le quede, y en su caso, le quitarían el subsidio por incapacidad permanente total, cosa bastante lógica, pero sólo en algunos casos. Recuerden que robar es delito, pero sólo para los pobres, y aquí se demuestra de nuevo esa reflexión que alguien dijo y que no tengo ganas de buscar porque me obligaría a levantarme de la silla, y la verdad pues no me apetece mucho. 

Y ahora al tal Koldo García le está pasando que todos los planes se le están desmoronando, y cuando se termina la amistad y nadie te conoce aunque se haya trabajado durante cierto tiempo en un ministerio tan influyente como el de Fomento, el tal Koldo ha comprendido que ya nada será igual, y está ocurriendo que ha comenzado un discreto viaje hacia el abismo. Es una caída imparable y silenciosa. Y él no quiere que nadie le ayude a levantarse, porque cree sentirse mejor en la oscuridad, como si ya sólo pudiera estar a salvo en su propia y rutinaria pesadilla. Nadie lo conoce, nadie sabe quién es, y además todo el mundo le está dando de lado como si fuera una simple cagada de perro, la cual sólo le pueden suceder dos cosas, pisarla por descuido o darle de lado. De tenerlo todo a ser un apestado, eso es el poder cuando no interesa a los influyentes. España, año 2024. Bueno, así que os espero, para que me comentéis en profundidad, lo que pensáis o queráis a blogueros como yo. Un saludo. 

 

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