Decía Valle-Inclán que “España es una deformación grotesca europea. En España el trabajo y la inteligencia siempre se han visto menospreciados. Aquí todo lo manda el dinero, en España el mérito no se premia. Se premia el robar y el ser sinvergüenza”. Y si lo piensan ustedes queridos blogueros, este ilustre personaje lleva más razón que un santo.
Y por desgracia lo vemos a diario, en compañeros de trabajo que son unos trepas, en supuestos amigos que sólo buscan su propio interés, en nuestra chusma y barriobajera clase política…Y ya que ha salido esta gentuza, y si me permiten la discreta chulería los voy a utilizar como ejemplo para lo que les quiero exponer en este post de hoy de este blog pecador.
Sólo hay que verlos para entender muchas cosas que están pasando. Muchas cosas inexplicables, muchas de ellas gracias a que el trabajo y la inteligencia se menosprecian. Sólo hace falta ver lo que hay de ministros, ministras y ministres, sobre todo del lado morado. Gente que de la noche a la mañana han pasado a ocupar sillones de alto standing viniendo de unas sillas ergonómicas de un súper de barrio (sin menospreciar a las que ocupan esas sillas, faltaría más) en el cual pasaban jornadas cobrando el salario mínimo interprofesional y algo más y que ahora son ricas, ricos y riques gracias al no trabajar y a su escasa inteligencia. Pero, han sabido estar en el lugar adecuado en el momento justo al lado de alguien que también lo ha hecho y que ha sabido jugar bien sus cartas.
Sólo hay que verlos para entender muchas cosas que están pasando. Muchas cosas inexplicables, muchas de ellas gracias a que el mérito en esta España de pandereta no se premia. Sólo hace falta ver lo que hay de ministros, ministras y ministres, sobre todo del lado morado. Gente que está en un ministerio el cual tiene menos competencias que yo, y en el cual su máximo responsable hace menos que el cuadro de Lennin que tiene a sus espaldas, y ese ministro, cada vez que abre su linda boquita, es para hundir en la miseria más absoluta, o casi, al sector que menciona, porque cabe recordar que este ministro es un incompetente y casi, casi un analfabeto político.
Sólo hay que verlos para entender muchas cosas que están pasando. Muchas cosas inexplicables, y muchas de ellas gracias a que se premia el robar y el ser sinvergüenza. Pero en este punto, hay que fijarse en todos, o en casi todos, ya que lo anterior es una enfermedad que todos los partidos han tenido, tienen y tendrán, ya que el dinero que manejan, que ni siquiera es suyo, lo cogen sin pudor para uso personal, para su disfrute y para enriquecerse, y las hemerotecas están llenas de casos de este tipo.
Pero lo peor de todo, es que estos sinvergüenzas cambian las leyes a su favor cuando les vienen torcidas las cosa, aumentado exponencialmente su grado de golfería y de su estatus de sinvergüenza sin escrúpulos y todo eso, y así hasta el infinito y mucho más. Por eso, sólo hay que verlos para entender muchas cosas. Simplemente España, nada más que añadir. España, año 2023. Bueno, así que os espero, para que me comentéis en profundidad, lo que pensáis o queráis a blogueros como yo. Un saludo.
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