Se está convirtiendo en algo típico de la cultura española. En una cita ineludible cada Septiembre. En un fenómeno difícil de evitar ya. Pero sin embargo, tiene su lado oscuro y es, que muchas personas las empiezan pero muy pocos las acaban. Me refiero a las colecciones.
La hay de todos los tipos y por supuesto a cual más inútil. Hay una sobre la construcción de la furgoneta de Scooby doo, hay otra para que construyas, paso a paso, como todas, una nave espacial de la guerra de las galaxias, hay otra de una moto en miniatura del gran premio de motociclismo, hay otra sobre coches, otra sobre no sé qué, otra sobre no sé cuánto. Pero las hay también de libros, para los que todavía leen en esta España de pandereta en la que vivimos, sobre historia, sobre civilizaciones, y así podíamos seguir hasta el infinito y mucho más.
Me pregunto, ¿para qué?¿para qué tanta colecciones si luego casi nadie las termina?¿de verdad las editoriales obtienen beneficios económicos con estas colecciones?. Esa son las preguntas del millón, y que nadie hasta ahora ha respondido.
Las primeras entregas son baratas, 0’50€, para enganchar a las personas a ellas. La sorpresa viene en las siguientes entregas, las cuales se dispara el precio hasta 10 veces e incluso más, haciendo que la colección si se acaba, sea una pieza de lujo gracias al precio final que pagas por ella.
Mi opinión sobre estas colecciones es bien sencilla, no sirven para nada, o sólo sirven para colocarlas encima de un mueble, para que la pieza vaya acumulando polvo que cada día hay que limpiar, para que luego al cabo de unos años, guardes la pieza montada en el trastero porque ya estás harto de verla sobre ese mueble y tas cansado de ella. Pero en fin, cada uno es cada uno y cada cual tiene sus aficiones y cada cual sabe por qué compra estas colecciones.
Las editoriales, deberían de sacar colecciones más útiles, más didactas, más con el día a día de esta España de pandereta en la que vivimos. Por ejemplo como pagar menos impuestos a Hacienda, como conseguir una beca para estudiar, como conseguir que los libros del colegio sean gratis o más baratos, como conseguir pagar la factura de la luz sin morir en el intento, y en definitiva, una colección acorde a los problemas de los ciudadanos de a pie, es decir, los del día a día, y todo eso claro está, indicado paso a paso y con su particular fascículo, como está mandado. De esta manera creo que las colecciones se convertirían en algo útil y de gran uso diario.
Pero en fin, es lo que hay Maikel Naig. Todos los años la misma matraca, todos los años la misma historia y todos los años las mismas cosas inútiles en venta por fascículos. España, simple y llanamente. Bueno, así que os espero, para que me comentéis en profundidad, lo que pensáis o queráis a blogeros como yo. Un saludo.
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