Me siento estafado y engañado. Llevo sin ir al cine por lo menos dos años, y no porque las películas sean malas, que no, sino porque se están aprovechando de mí y las empresas que gestionan los cines se están haciendo ricas a costa de los espectadores que siguen yendo al cine. ¿Por qué es así?, se preguntaran ustedes. Si quieren saberlo, atentos a este post.
Como saben ustedes, y sino se lo recuerdo yo, el IVA al cine ha provocado tanta polémica tras la rebaja que se hizo, como cuando se subió en 2012. La resistencia de las salas de cine a repercutir la bajada del impuesto a los consumidores generó hasta la queja del ministro de cultura, José Guirao, quien llegó a amenazar con una revisión del tributo. Dos meses después de la rebaja del impuesto, las salas de cine siguen sin repercutirlo a sus clientes, con lo cual me reafirmo en lo que les comentaba al principio del post.
Pero porque soy así, y bajo mi cuenta y riesgo, busque más datos sobre este tema. Se lo pueden tomar como una chulería por mi parte como otra cualquiera, e investigando me encontré unos datos curiosos. Según los datos del IPC de agosto, el precio de las entradas sin impuestos se ha incrementado un 7,5% desde la rebaja del tributo. Esto es, las empresas exhibidoras aprovecharon la rebaja del IVA para elevar sus precios y, así, mejorar su margen de beneficio. Nunca antes habían subido tanto sus precios, lo que muestra cómo han aprovechado la rebaja del tributo para engordar sus resultados, con lo cual me reafirmo en lo que les comentaba al principio del post.
El precio final para los consumidores (una vez incluidos los impuestos) sí que ha bajado, pero lo ha hecho mucho menos de lo que debería haberlo hecho si las salas de cine hubiesen repercutido todo el impuesto. Según los datos del INE, el precio final de las entradas se ha reducido un 1,8% desde junio, esto es, apenas un cuarto de todo lo que debería haber caído.
Con lo cual, con todos los datos anteriores, puedo concluir que la diferencia entre el precio antes de impuestos y después se debe exclusivamente al cine y su afán de enriquecerse a costa de los de siempre. Si bien es cierto que los precios han mejorado respecto a julio (cuando subieron un 9,7% a impuestos constantes), también es cierto que las salas de cine siguen quedándose la mayor parte de la bajada del impuesto, con lo cual me reafirmo en lo que les comentaba al principio del post.
Como ven, toda una mafia dentro de una mafia ya de por sí beneficiada en muchos aspectos económicos gracias en parte al gobierno de turno y a su paraguas en el cual se meten todos los que viven de la cultura en este país. Muchos son unos chupópteros sin parangón y muchos de ellos viven fuera de España para evitar pagar los impuestos aquí, cosa que no entiendo ni nunca entenderé. Pero para eso son gente que vive de la cultura, ¿no creen?. Porca miseria. Bueno, así que os espero, para que me comentéis en profundidad, lo que pensáis o queráis a blogeros como yo. Un saludo.
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