¿Qué pensarían ustedes si leen algo así mientras desayunan?, “A mí me dijeron: úsala libremente, pero no sobrepases el límite mensual de gasto”. Pues eso, seguro que a lo mismo que a mí, otro escándalo financiero a la vista. Dicho y hecho.
Otro escándalo bien gordo y el juez que metió en la trena a este sinvergüenza apartado de sus funciones y de su carrera judicial, porque a cuatro mamarrachos les molestaba lo que estaba haciendo. Y ahora al cabo de unos meses, vuelve a aparecer el mismo sinvergüenza, junto con otros 85 más, gastándose un dineral en comidas, cenas, trajes, etc, etc, con unas tarjetas de crédito que estaban al nombre de la entidad financiera nacionalizada por el estado (para más pitorreo).
En el enlace* que les coloco más abajo, accederán al artículo. Pero lo mejor que tiene éste es el gráfico interactivo en donde aparecen todos los sinvergüenzas que han usado estas tarjetas para su disfrute. Hay políticos, (yo no esperaba menos de esta lacra social) y además de todos los partidos, es decir, PP, PSOE, los Robbin Hood de la política como son los de IU, hay sindicalistas (no se rían por dios, en España todavía existen estos parásitos sociales aunque ustedes no los vean ni por error televisivo), empresarios, y así hasta el infinito y mucho más. Todos chupando de la entidad hasta que acabaron con ella hundiéndola en la miseria y haciendo que todos los españoles tuviéramos que ir a su rescate con nuestro impuestos.
¿Y qué ha hecho el estado al respecto?, nada, porque todavía están libres todos/as y riéndose de un país que les ha salvado además el culo. ¿Qué ha hecho la justicia de mierda que tenemos en este país de pandereta?, pues nada, porque todavía están las 86 personas libres y viviendo la vida y encima para un juez que hace algo lo castigan sin piedad por cumplir con sus obligaciones.
Con razón nuestra lacra y casta (es lo mismo ¿eh?) sigue robando, sigue estafando, sigue sacando dinero a cuentas en Suiza, sigue malversando, sigue haciendo lo que les sale de la entrepierna, por la sencilla razón de que pueden hacerlo, porque saben que la justicia tiene unas leyes a imagen y semejanza de ellos, y así se les puede imputar pero luego pueden reclamar y esa reclamación acabará con el juez que cumple con su obligación. Es lo que hay, ni más ni menos y con este caso de Bankia lo hemos visto, como el juez Elpidio Silva fue destituido de un plumazo y condenado con otro plumazo por encerrar en la trena al responsable de esta entidad, y encima ahora se descubre este escandalazo de las tarjetas (y a saber si no hay más cosas viendo sólo quién formaba el consejo de administración) en donde el encarcelado también chupaba o permitía que se hiciera, es decir, cómplice.
Pero aquí en esta asquerosa España, se le hace más caso al delincuente y al ladrón (y si es político o sindicalista, ya ni les cuento) antes que a los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado y a los jueces, y por eso tenemos lo que nos merecemos, es decir, dinero de los ahorradores perdidos en cenas y en trajes, dinero público invertido en salvar la entidad para que no se hundiera, los golfos que han provocado esto libres como pajaritos, y los que han devuelto alguna cantidad dan por sentado que es su salvación, y sí lo pueden creer, porque sencillamente eso es lo que va a pasar. Y mientras como siempre, los españolitos humildes pagando impuestos a troche y moche para que luego pasen estas cosas, y por supuesto y esto es lo peor, para que la maquinaria del estado con todas las leyes que tiene no haga absolutamente nada, como siempre en estos casos de alto estanding. Les recuerdo una cosa para que no se les olvide jamás cada vez que vean un caso como éste: “ROBAR ES DELITO, PERO SÓLO PARA LOS POBRES”. España pura y dura. Porca miseria. Bueno, así que os espero, para que me comentéis en profundidad, lo que pensáis o queráis a blogeros como yo. Un saludo.
*PD: mira el artículo AQUÍ
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