Permítanme, y me disculpo de antemano, que hoy sea grosero para ser más elocuente: estoy hasta los cojones. Hasta más arriba de la línea de Plimsoll. Así que, estando ya avisados al respecto, espero que no me digan que soy esto o lo otro, que eso es muy legítimo, pero acuérdense que es sólo mi opinión que es además personal e intransferible.
En España, o como se llame esta descojonación de Espronceda en la que habitamos, la cultura, la memoria y la vergüenza torera siempre fueron los primeros rehenes a ejecutar por parte de los golfos, los fanáticos, los idiotas y los indiferentes. Las prioridades (léase clase política y su propio estado del bienestar) son las prioridades. Igual eso que les pongo no tiene nada que ver con los que les voy a contar, pero me ha apetecido ponerlo. Se lo pueden tomar como una chulería como otra cualquiera por mi parte.
Me han devuelto la declaración de la renta porque donde preguntan si tengo personas a mi cargo, respondí lo siguiente:
Un hijo, una familia real, un gobierno central, autonómico y municipal, 2.000.000 de inmigrantes ilegales, 1.000.000 de delincuentes, 4.000.000 de desempleados, 700.000 personas repartidas en prisiones, organizaciones sindicales (no se rían por dios, en España todavía existen estos parásitos sociales aunque ustedes no los vean ni por error televisivo), organizaciones feministas y de todo pelaje que se pueda imaginar, 350 idiotas en el circo de la Carrera de San Jerónimo, conocido vulgarmente como congreso de los diputados, sin olvidar sus correspondientes asesores, cargos de confianza, etc, etc, otros 266 idiotas en el senado, con sus correspondientes asesores, cargos de confianza, etc, etc, todas las mordidas que se lleva nuestra asquerosa casta política cuando adjudican contratos públicos, todos los que esquivan sus obligaciones con la agencia tributaria, y así hasta el infinito y mucho más, y todo esto sin salir de España, que tiene su mérito. Después de todo esto, igual me la han devuelto porque me falta alguien o a un montón de personas que no me cabían en la declaración de la renta ni aquí, porque les he dicho muchísimas veces que este blog tiene capacidad de aforo limitada.
Será porque vivo en España y tarde o temprano tenía que ocurrir, ya que la política española es como construir una urbanización en una cañada, ya que algún día bajará el agua por ahí, aunque tarde siglos, bajará y se lo llevará todo. Pero parece ser que los políticos españoles son la raza más inmortal y destructora que existe. Inmortal, porque llevan años peleándose entre ellos, y ahí siguen, vivitos y coleando. Y destructora, porque todo lo que tocan lo destruyen sin piedad, mientras que no le saquen provecho personal al asunto. Me pregunto cómo hemos sido capaces los españoles de concentrar en este país de pandereta a tantísima gentuza de tan variopinto pelaje. Porque no es fácil, no. La cosa tiene su mérito. El post está escrito con sarcasmo, pero no está muy lejos de la realidad. España, año 2025. Bueno, así que os espero, para que me comentéis en profundidad, lo que pensáis o queráis a blogueros como yo. Un saludo.
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