En estos días tan convulsos y tan desastroso con las noticias que se van conociendo sobre los trapicheos del psoe (presuntamente) me pillarán fuera de este país de risa y de golfos. Y es que estaré de viaje, con la dosis de vergüenza añadida de quien está en el extranjero y comprueba que lo miran a uno con lástima, como súbdito de un país de fantoches, surrealista hasta el disparate. Por eso, el mal rato que ese día voy a pasar quiero agradecérselo a tres grupos de compatriotas, tengan la culpa o no: a los oportunistas, los cobardes y los sinvergüenzas. Hay un cuarto grupo que incluye desde ingenuos manipulables a analfabetos de buena voluntad, pero voy a dejarlos fuera porque esta página tiene capacidad de aforo limitada. Así que me centraré en los otros. Los que harán posible que, a mi edad, y con la mili que llevo, unos amigos franceses los cuales voy a visitar en estos días, me acompañen en el sentimiento.
Hay muchas voces en este país que se están levantado en alto ante la grave situación de golfería, de trapicheo y de negar actuaciones que luego al día siguiente aparecen en informes policiales, que nos está haciendo pasar este gobierno por la corrupción que se está descubriendo. La noticia que ha salido hoy, es peor que la del día anterior.
Pero es muy llamativo el silencio de unas organizaciones que antes con otro gobierno ponían el grito en el cielo por lo más mínimo que saliera en los medios de comunicación de ese partido político y gobierno. Les estoy hablando de los sindicatos (no se rían por dios, en España todavía existen estos parásitos sociales, aunque ustedes no los vean ni por error televisivo), esas organizaciones llenas de vividores, golfos, gandules, moñas, ricachones y asiduos al poder (no tod@s son así, ¿eh?) que sólo saben hacer todo lo anterior que les he dicho. Por eso, el único motivo del silencio de esta panda de lamebotas gubernamentales progres ante la corrupción del PSOE, es que sólo basta con ver el reparto anual de subvenciones: el gobierno desde que tomó posesión, no ha parado de subirles la paga hasta cuadriplicar su presupuesto, de 8’8 a 32.000.000€ en subvenciones, y claro, eso deben de seguir haciéndolo así ya que si no fuera por esa cantidad de pasta pública, no serían capaces de sobrevivir, y si tuvieran que hacerlo, deberían de trabajar, cosa que a estos moñas sindicalistas se le habrá olvidado hacer.
Como les digo no deja de ser llamativo este silencio sepulcral por parte de estas organizaciones sindicales, que lo único que saben hacer es reunirse con la ministra de trabajo (de su mismo espectro político) he ignorando a los empresarios que son a fin de cuentas, los que pagan los sueldos para que muchas familias coman y puedan pagar sus impuestos para que estos moñas sindicales puedan seguir comiendo marisco y puedan seguir lamiéndole las botas al presidente y al gobierno actual, que es el que los está untando.
Pero ojo, no se olviden que los gobiernos anteriores también los ha untado sin compasión y sin preguntar.
Pero los sindicalistas se lo han montado muy bien, ya que callan porque obedecen al gran capo, y cobran un pastizal y se le aumenta por ser obedientes y sigan comiendo gambas y mirando para otro lado. Los sindicatos actuales. Increíble. Entonces, ¿sindicatos para qué?. España, año 2025. Bueno, así que os espero, para que me comentéis en profundidad, lo que pensáis o queráis a blogueros como yo. Un saludo.
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