Juro a ustedes por el cetro del dios Pichimichi que lo que voy a contar es cierto. Aunque comprendería que dudasen, porque en un país normal, algo así sería imposible. Pero recuerden que éste no es un país normal, sino España, un lugar donde todo disparate, por gordo que sea, tiene su asiento, y donde por poner un ejemplo clásico, una ardilla podría cruzar la Península saltando de político mediocre y ladrón en político mediocre y ladrón sin tocar el suelo.
Como saben ustedes y sino se lo recuerdo yo, voy a desayunar todos los días al bar de mi amigo Pacorro. Se lo pueden tomar como una chulería por mi parte como otra cualquiera, el caso es que me presento allí. Resulta que Pacorro compra la prensa diaria para que sus parroquianos y los que no lo son, se culturicen porque leen, se informen ya que leen y vomiten gracias a la prensa que leen, porque cabe recordar que abrir un periódico en esta España salchichera es literalmente echar la pota. Y hoy no ha sido una excepción.
Leo en ese periódico una noticia que me deja un poco pensativo y porque no decirlo, preocupado ante lo que se nos podría venir encima y por la herencia que nos van a dejar y que se transmitirá cada vez más gorda a los que vienen detrás. Y no por el hecho de lo que es, sino por el hecho de cómo vamos a salir los españoles de esta deuda a la que nos está llevando este personaje conocido como Pedro Sánchez. Y es que este tipo que es economista de carrera (que no se les olvide el detalle), lleva la deuda pública a otro récord histórico: 1.636 Billones de € hasta septiembre. Son 10.053M de € más que en el segundo trimestre y 57.304M de € por encima de hace un año. Toma del frasco, Carrasco.
Muchas veces me pregunto cómo es posible tal disparate. Nos tienen crujidos a impuestos, a las empresas las tienen asfixiadas, a los autónomos los tienen casi ahogados, la capacidad recaudadora del gobierno está llegando a límites insospechados, te vigilan bizum, paypal y todo eso junto, es insuficiente para la avaricia del gobierno, que aún así pide préstamos y más préstamos para llegar a fin de mes y hacer frente a los pagos obligados, como son pensiones, prestaciones por desempleo, sus iphone, sus falcon, sus coches oficiales, sus mordidas y todo eso que acompaña a esta detestable casta política.
En este contexto, me acuerdo de un comentario que hizo un amigo mío en una comida hace años, pero que a fecha de hoy es más valido que nunca. Una persona llega a una oficina de la agencia tributaria, y el funcionario en un momento determinado le pregunta: ¿Personas a su cargo?, con lo que el contribuyente responde: Un hijo, una familia real, un gobierno central, autonómico y municipal, senadores, asesores, diputados, cargos de confianza, gente controlando chiringuitos, sindicalistas (no se rían por dios, en España todavía existen estos parásitos sociales aunque ustedes no los vean ni por error televisivo), etc, etc, etc. Así que no me extraña nada lo de la deuda, lo que me extraña es que aún así le sigan dando dinero para aumentarla, y sigue sumando. España, año 2024. Bueno, así que os espero, para que me comentéis en profundidad, lo que pensáis o queráis a blogueros como yo. Un saludo.
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