Hay un dicho muy español, que es aplicable a lo que les voy a contar ahora. “Robar es delito, pero sólo para los pobres”. Así es queridos blogueros, miles y miles de euros gastados en coca, putas, mariscos y en no sé qué más, y todavía hay artífices de todo lo anterior, que están sin entrar en prisión, utilizando la magnífica legislación vigente que existe, y teniendo dinero (da igual la procedencia) para gastar en buenísimos abogados que saben esas leyes de pe a pa, como se dice vulgarmente.
Y les voy a poner un ejemplo clásico y que todavía sigue coleando sin que se le vea fin al asunto. El expresidente de la Junta José Antonio Griñán, condenado a seis años y un día de cárcel por el caso ERE, ha formalizado ante el Tribunal Constitucional su recurso de amparo contra la sentencia inicial condenatoria de la Audiencia de Sevilla. Este paso al parecer es sólo el inicio, porque ya saben que le queda el pedir el indulto al gobierno que hay, que seguramente se lo darán ya que los que hay gobernando son del mismo palo ideológico.
Pero también, este recurso ha sido presentado contra la sentencia del Supremo que desestima su recurso de casación contra esa pena y contra la decisión de dicha instancia de no admitir su incidente de nulidad frente a tal desestimación del recurso de casación.
Este nuevo paso judicial del expresidente, anunciado desde un principio por su defensa, se produce después de que la Audiencia de Sevilla solicitara a la representación del expresidente que aportase todos los informes médicos de los que disponga a fin de proceder a un nuevo reconocimiento médico por parte del Instituto de Medicina Legal (IML). También, que informara sobre el fin de su tratamiento de radioterapia.
El objetivo del tribunal es resolver si el expresidente puede ser tratado en prisión del cáncer de próstata que sufre y que alega para reclamar la suspensión de su pena de cárcel. Y llegados a este punto, me surgen unas preguntas evidentes, ¿cuántos presos hay enfermos en las cárceles españolas y que se tratan en las mismas?¿por qué este condenado tiene que salir fuera de la cárcel para ser tratado?¿por qué no ha entrado todavía a la cárcel este condenado?¿es igual la justicia para todos?¿o es que el robar es delito, pero sólo para los pobres?.
Pero al seguir leyendo sobre este caso, y algunos otros, se me ha puesto una sonrisa en la cara, ya que, este condenado no tiene ningún cortafuegos para su entrada en prisión después de que el exviceconsejero socialista de Empleo Agustín Barberá, condenado a siete años y un día de cárcel por malversación en el mismo caso, ingresaba en prisión para cumplir dicha pena también enfermo de cáncer, porque según la Audiencia, el tratamiento prescrito a Barberá puede ser dispensado en el centro penitenciario con las revisiones hospitalarias a que deba ser sometido. Una gran alegría y una gran noticia para los ciudadanos que no disponemos de dinero, ni de amistades en el gobierno ni de nada de nada para marear a la justicia. Por fin hay justicia, aunque algunas veces deje mucho que desear por la manipulación política a la que está sometida. España, año 2023. Bueno, así que os espero, para que me comentéis en profundidad, lo que pensáis o queráis a blogueros como yo. Un saludo.
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