Carta a un@s moñas

Muchas veces le he dicho, que los políticos que tenemos en este país, a menudo no están muy lejos de la pista de un circo. Y aquí, en este punto y si me permiten la discreta chulería, encendí el ordenata portátil y sólo me limitaré a opinar, después de lo visto y de lo leído en España, mi impresión personal e intransferible. 

Señora presidenta, señoras y señores diputados: Quisiera, aunque sé que esto es imposible, que el hemiciclo estuviese lleno de parlamentarios que, aunque estemos en pandemia, es igual, lo mismo pasa en todos los debates del parlamento. Cuna que se nutre en vuestras deliberaciones hacer para una España cada día mejor y más fructífera. Lo mismo que me he dirigido en varias ocasiones a vuestras señorías, en esta semana de la Constitución, me apetece como ciudadano español, que paga sus tributos desde el año 1990, hasta el día de hoy y que ha votado sólo una vez (por razones que ustedes entienden bien), dirigirme desde este humilde blog pecador a vuestras consideraciones. 

Señorías: hay veces donde los debates son irrisorios, payasadas para ver quien las hace más irrisorias a vuestras señorías. Con todo esto solo les falta, la engomada nariz y la cara coloreada de blanco. Los asuntos que tratan son utopías, ensueños que cada partido con su particular palabreo, amparado con la doctrina que les dicta su religión (digamos política) van arrimando uno a uno los compromisos que les han comunicado antes sus progenitores de filas. 

Aquí todo se lleva escrito y muy bien atado. La mente y el día a día de los asuntos a tratar no se piensan, para eso están los asesores. Su inmadurez les hace ser meros oyentes y a veces si los chistes y payasadas no son buenas, se duermen, hasta que otro compinche del circo, le da un codazo para salir de los sueños de Morfeo. Vuestro egoísmo y egolatría es tan grande, es de brutal manifiesto, sus señorías al menos a mí, me hace soltar unas risotadas que se me escapan de la garganta, el ja, ja, y ja, Sí hombre de Dios, también me dirijo a usted, no disimule con el periódico que acaba de leer, tapándose su cara blanquita y su nariz roja. A su señoría también le pago yo, como todos los españoles, bueno, mejor dicho, casi todos los españoles. 

Escuchen sus señorías la voz del pueblo, puesto que el pueblo soy yo, lo mismo que todos vosotros. Vuestras señorías sin nosotros, el pueblo, no sois nada, e incluso para estar en este circo de la carrera de San Jerónimo. Este nuevo parlamento, él actual, se creó en el año 1979, desde esa fecha hasta ahora mismo han pasado los jefes de pista de este circo, incluso tiene hasta leones, como si fuese un circo de verdad. Se implantó para hacer una España mejor de lo que estaba (sino para que) para ver crecer a nuestros hijos y nietos, llevarlos al cole, darle una buena educación y al menos para que fuesen mejores que sus progenitores. Del mismo modo se implantó para que España fuese toda una y que la concordia heredada de antaño, fuese más uniforme, al menos de cómo estaba en los años anteriores. 

Vosotros con vuestro mezquino y miserable intelecto, con capacidad nula para dirigir a ese pueblo que les vota y qué coño, poco a poco estáis acabando de dejar a España, destruida, arruinada e insolvente, donde cada día devenidos más, estamos entrampados hasta las cejas. La voz de la presidenta, se oyó decir, termine su señoría. Termino señora presidente. La ruina que cada partido al que representáis está destruyendo a esta nación, llamada España. ¡Pepe! Despierta, que tenemos que ir a Hacienda para hacer mejor esta España. Ser hombre es fácil, ser un hombre es difícil. ¿O no?. España, año 2021. Bueno, así que os espero, para que me comentéis en profundidad, lo que pensáis o queráis a blogueros como yo. Un saludo. 

Compártelo: