“Hay personas que tienen valor y personas que tienen precio. Yo no tengo precio”. Antonio Carmona, año 2015. Año 2021, Antonio Carmona acaba de ser nombrado nuevo Vicepresidente de Iberdrola. Él dijo no tener 'precio' (pero ahora sí lo tiene, 400.000€ al año). Lo que sí lo tiene es la luz. Y lo pagamos todos. Ya saben: las puertas giratorias que este gobierno bicéfalo y destructivo vino a quitar, como tantas otras cosas que querían quitar y que no sólo no han quitado, sino que lo han utilizado a su favor. Ejemplos cientos, sólo busquen en las hemerotecas.
El que hace unas semanas defendiera en televisión, precisamente a Iberdrola, ante la acusación de vaciar los pantanos perjudicando el precio de la factura eléctrica, ahora va a pasar a dirigir la empresa vasca.
¿Estas son las puertas giratorias con las que iba a acabar Pedro Sánchez?, ¿qué opinarán los comunistas socios del PSOE en el Gobierno de esta maniobra?, pues nada, mientras que chupen de la teta, estarán callados como siempre, pero criticaran a la justicia porque han condenado a uno de los suyos por pegar la patada a un policía en una manifestación. Ya saben, la doble vara de medir.
Y es que se me cae la cara de vergüenza con toda esta chusma política. Y me da igual el color político al que pertenezcan. Como siempre pasa, mi voto tirado a la basura. Todos a fin de cuentas son iguales, desde la época de Felipe González, hasta hoy. Al final, los favores hay que pagarlos, hay que rendir cuentas ante quien te los pide, y las puertas giratorias es un claro ejemplo de esta devolución de favores entres golfos, maleantes y sinvergüenzas que con corbata o sin ella, harán posible que a mi edad, y con la mili que llevo, unos amigos extranjeros que vienen estos días a visitarme, me acompañen en el sentimiento, por tener a esta chusma que sólo mira por lo suyo, soluciona lo suyo y jode al de siempre.
Llevo 14 temporadas escribiendo en este blog, y raro es el partido en el poder que no ha utilizado ese sistema de puertas giratorias para colocar a algunos moñas, ya que la podredumbre moral de esta clase política capaz de prevaricar de todo, de demolerlo todo con tal de mantenerse en el poder y seguir teniendo poder, aunque sea con respiración asistida es más que evidente. De esa panda de charlatanes, fanáticos, catetos y a veces ladrones (con corbata o sin ella), dueña de una España estupefacta, clientelar o cómplice. De una feria de pícaros y cortabolsas que las nuevas formaciones políticas no regeneran, sino alientan con tuiteos y otras mierdas.
Pero ellos a lo suyo. Porque para que les de vergüenza algo de lo que hacen, primero tienen que tenerla, y como se ve día sí, día también, están faltos de ella. Lo de Antonio Carmona es otro ejemplo más de lo que hace nuestra chusma política, y no será el último, porque esta gentuza vive de esto, de llegar al poder, mantenerse en él y luego aprovechar ese poder para saltar a otro sitio mejor. Es así, y así será por los siglos de los siglos. España, año 2021. Bueno, así que os espero, para que me comentéis en profundidad, lo que pensáis o queráis a blogueros como yo. Un saludo.
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