Alberto Rodríguez, diputado de Podemos en el circo de la Carrera de San Jerónimo, se aferra al sillón. Cabe recordar, que este tipo ha sido condenado por el Tribunal Supremo a una pena de cárcel por pegarle unas patadas a un policía durante una manifestación efectuada en la Universidad de la Laguna, y que se le permuto por una multa y también se le condena a ser inhabilitado para ser diputado.
Pero éste tipejo se aferra al sillón gracias a los avales del psoe (o lo que sea esta payasada de partido político) y de podemos, ya que en la mesa del circo de la Carrera de San Jerónimo, han votado por mantenerle aun yendo en contra de la sentencia del Tribunal Supremo y haciendo caso a los informes de los servicios jurídicos de ese lugar tan lleno de payasos y de moñas conocido como congreso de los diputados.
Como siempre la doble vara de medir y la hipocresía de podemos, que sino son ellos los perjudicados, y son otros los que hacen ciertas cosas, arremeten contra todo dios, y cuando son ellos los perjudicados, se aprovechan del estado de derecho para hacer lo que les sale de la entrepierna.
Lo único que se consigue con todo esto, es desprestigiar más a la justicia española, como si no lo estuviera ya. Una condena de un alto tribunal, las interpretan como les da la gana, y se saltan la sentencia a la torera porque ellos lo valen. Ahora sí, si eso lo hace un ciudadano de a pie, por muchos informe favorables de su abogado, entonces se le machaca sin piedad y sin contemplaciones.
Lo que demuestra también, es que la justicia esta piojosa que tenemos, no es igual para todos, y dependiendo del cargo público que tengas, pues así se aplica o no, cosa que vemos a diario. Pero si lo anterior no sirve, entonces ya está el gobierno para indultar a quien le caiga bien y le sea necesario para seguir manteniéndose en el poder aunque sea con unos golpistas, unos sentenciados o unos etarras arrepentidos pero no del todo.
Esto es lo que sucede en esta deliciosa España a día de hoy, provocando que cuando salgo de viaje fuera de esta pantomima española, tengo que ir con la dosis de vergüenza añadida de quien está en el extranjero y comprueba que lo miran a uno con lástima, como súbdito de un país de fantoches, surrealista hasta el disparate. Por eso, el mal rato que ese día pasare quiero agradecérselo a nuestra chusma política, englobando todos los espectros de colores que tenemos en ese circo de la Carrera de San Jerónimo, y que tenemos la mala suerte de tener y de mantener y que no dejan de ser unos oportunistas, unos cobardes y unos sinvergüenzas. Ésta chusma hará posible que a mi edad, y con la mili que llevo, las personas a las que visito me acompañen en el sentimiento por vivir en el país que vivo.
Es lo que me toca, aguantar como pueda el tirón. Pero lo que realmente me repatea las tripas, es que estos moñas de podemos, venían a quitar y a regenerar lo que ellos mismos a día de hoy están haciendo, que es colocar a condenados o a investigados en puestos públicos o de partido. No tienen palabra, y eso es lo peor de todo. España, año 2021. Bueno, así que os espero, para que me comentéis en profundidad, lo que pensáis o queráis a blogueros como yo. Un saludo.
Compártelo:
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comentalo, y dime que te parece