Lo de los sindicatos (no se rían por dios, en España todavía existen estos parásitos sociales, aunque ustedes no los vean ni por error televisivo) es para echarse a temblar, o para echarse a reír, o para echarse a llorar. Las tres cosas son válidas. Una vez conseguido el magnífico acuerdo de subir el SMI unos 50€, de subir las pensiones y de subir el sueldo a los funcionarios, ahora les toca pegarse la hincheta de marisco y a tocarse los cataplines de nuevo. Aunque ustedes no se lo crean, eso es lo que van a hacer.
Pero pienso, y esto es una opinión personal mía e intransferible, que hay sectores que van a tener complicado mantener puestos de trabajo con esta subida, porque los líderes sindicales se olvidan de una cosa fundamental: QUE EL PRECIO LO PONEN OTROS, y es como las lentejas, o las tomas o las dejas.
Uno de esos sectores es el campo. Lo sé de buena tinta, porque mis raíces vienen del campo, de un lugar que produce el mejor aceite de oliva del mundo, que es Jaén. El problema es bien sencillo. Un olivarero trabaja un montón para producir la cosecha. Cuando es la época de recogida de la misma, tiene que contratar a personas para que le ayuden en ese menester, con lo cual genera empleo y genera unos gastos de seguridad social y de sueldos que el olivarero tiene que asumir, independientemente de los gastos fijos o no tan fijos que pueda tener a lo largo del año para que la cosecha sea buena y de calidad.
El problema viene cuando dice de vender la aceituna a la cooperativa que lo va a convertir en aceite, ya que la cooperativa tiene unos precios fijados desde un lugar determinado. Pero luego están los oligopolios, que son los distribuidores que venden a las grandes superficies, que son los que ponen sus precios, y ahí es cuando vienen las lentejas. Claro, si te compran el producto a un precio bajo, eso supone que a lo mejor no llegas a cubrir tus gastos, y si encima el gobierno junto con los sindicatos y los empresarios pactan una subida del SMI a 50€, pues ya me dirán ustedes si es rentable coger la aceituna, o contratar a gente para recogerla.
Y es en este punto, y si me permiten la discreta chulería, en donde los sindicatos no quieren saber nada, y encima se ríen de todos los agricultores de España, diciendo barbaridades como ésta: CCOO RECHAZA QUE EL SMI SEA UN PROBLEMA PARA EL CAMPO, Y APUNTA A LA FIJACIÓN DE PRECIOS POR OLIOPOLIOS. Lo que yo les decía. Y ha sido más concretamente el líder sindical Unai Sordo el que argumenta que el problema del campo no son los salarios sino la política de precios, saliendo así al paso de las críticas de las organizaciones agrarias contrarias a la subida del salario mínimo. Unai Sordo considera que el problema principal del campo español son los precios que sufren en su producción, no la subida de 50€ a los asalariados, sino la imposición de precios por debajo del coste de producción en origen. CCOO considera que pagar 600€ a agricultores o ganaderos no es de recibo. Pero, ¿van a hacer algo estos líderes come mariscos?. Entonces, ¿sindicatos para qué?. España, año 2020. Bueno, así que os espero, para que me comentéis en profundidad, lo que pensáis o queráis a blogueros como yo. Un saludo.
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