La semana pasada, asistimos impertérritos a un nuevo espectáculo bochornoso y lamentable, como casi todos los que dan estos personajes, en el circo de la Carrera de San Jerónimo en Madrid. El espectáculo no fue otro que la promesa o juramento, único requisito, ojo al dato, para que sus señorías fueran nombrados diputados/as con todas las de la ley.
Me flipa lo fácil que es ser payaso, huy perdón, ser diputado y senador en este esperpento de país, porque para ser un simple funcionario de la Administración General del Estado, hace falta tener estudios, presentarse a unas oposiciones, pasar un reconocimiento psiquiátrico y médico y tener el certificado de penales impoluto. Como les digo, todo lo anterior para ser un simple funcionario, porque para pertenecer a los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado, a todo lo anterior hay que sumarle las pruebas físicas.
Pero para ser un diputado/a, que nos hundirá la vida con sus leyes, que se tocará sus partes con las manos llenas y luego se echara su siesta en la butaca que le asignen y tendrán unos derechos y unos privilegios que ya quisiéramos los ciudadanos de a pie, a éstos sólo con jurar o prometer les vale.
Pero lo esperpéntico no es eso, es el acto en sí y como este acto tan simplón se ha convertido en pequeños mini discursos ideológicos, con la aprobación de la presidenta o el presidente (en su momento) de este circo, consintiéndolo. Frases como “por las trece rosas, si prometo” o “por la libertad de los presos políticos, si prometo” o esta otra “por el medio ambiente y el cambio climático, si prometo”, y así hasta completar los 350 payasos, huy perdón, hoy no me encuentro fino, diputados quería decir, que son todos/as unos esperpentos. Pero claro, es lo que ha salido de las urnas, por lo que sólo queda tragárnoslos sin pestañear.
Pero el de las trece rosas es muy llamativo. Para empezar, alude a unas adolescentes fusiladas por el régimen franquista, eso lo sabe hasta este argentino, que es además indepe catalán y además ocupa una vicepresidencia en ese circo, el personaje. No todo debería de valer en este acto de jurar o prometer el cargo de diputado, o no todos los discursos, porque ¿valdría también, que un diputado de EH Bildu, dijera lo siguiente?: “por Josu Ternera, por de Juana Chaos, por Santi Potros, por Otegui, por la Kale Borroka, por ETA, si prometo”. No deja de ser libertad de expresión que el reglamento del parlamento debe de acatar, porque al final lo que vale es las dos últimas palabras o el SÍ JURO o el SÍ PROMETO, y quién no diga eso, no es diputado.
Pero a mí me gustaría prometer ahí dentro, lo mismo que a muchos de ustedes. Entonces iban a saber estos, de qué lado masca la iguana. Mi mini discurso lo tengo hace tiempo ensayado, y sería: “para que no nos roben, para que no tengan tantos privilegios, para que trabajen algo, para que nos gobiernen, para que cumplan con sus obligaciones, por la fabada de mi abuela que me produce flatulencias que salen de mi cuerpo en forma de gases de efecto invernadero, para descargar por internet libros, pelis y música gratis, para que si no hacen nada, le quiten el chollo, para que a ZPedro le quiten el falcon tan contaminante, para que los políticos que nos roban no salgan de la cárcel hasta que no devuelvan lo robado, para que los asesinos de mujeres los capen y los encierren de por vida lo mismo que a los pederastas, para que no nos suban más la luz, y así hasta el infinito y mucho más, sí prometo”. España, año 2019. Bueno, así que os espero, para que me comentéis en profundidad, lo que pensáis o queráis a blogueros como yo. Un saludo.
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