Como saben ustedes y si no se lo recuerdo yo, voy a desayunar todos los días al bar de mi amigo Pacorro. Se lo pueden tomar como una chulería por mi parte como otra cualquiera, el caso es que me presento allí. Resulta que Pacorro compra la prensa diaria para que sus parroquianos y los que no lo son, se culturicen porque leen, se informen ya que leen la prensa y vomiten gracias a la prensa que leen, porque cabe recordar que abrir un periódico en esta España salchichera en la que vivimos abrir un periódico es literalmente echar la pota.
Pues bien, en uno de esos periódicos me encontré con una noticia que me dejo patidefuá pese al escaso margen de sorpresa que a uno le deja ser súbdito español. Por supuesto, la noticia hay que colocarla en el contexto adecuado en el cual se encuentra este lamentable país conocido como España, porque de alguna manera hay que llamarlo.
El contexto es el de siempre, la precampaña electoral. Y en esta situación, los políticos que tenemos la mala suerte de tener y de mantener, se les llena la boca con propuestas imposibles e inútiles, como pasa siempre. Parece ser que el solucionar los problemas reales de los ciudadanos no va con ellos o les produce urticaria.
Pues bien, en este contexto, que no hace falta que se lo aclara más, resulta que leí en ese periódico, como les decía la siguiente noticia o titular: “MÁS PAÍS PROPONE UNA SEMANA LABORAL DE 4 DÍAS EN SU PROGRAMA ELECTORAL”. Miren, les juro por el dios Pichimichi que me mee encima, así tal cual. Cuando pude parar de reírme, entonces me di cuenta de la soberana gilipollez de este jovenzuelo ex amiguete del coletas y fundador de ese partido chistoso conocido como Más País (será para reírse).
Cuando te encuentras propuestas electorales de este calibre, lo primero que haces es reírte, porque sabes que estás en una precampaña electoral, eterna eso sí, pero en precampaña. Lo siguiente que piensas, es si este personaje, el tal Íñigo Errejón iba drogado, borracho o es que simplemente es así de simplón a la hora de decir estas barbaridades. Lo siguiente que haces es no saber ya si tirarte al tren o al maquinista, porque ya no sabes que pensar sobre el disparate político español.
Creo sinceramente, que a Íñigo se le ha ido la mano, porque los currantes españoles no pueden trabajar menos que los políticos españoles, porque eso sencillamente es impensable. Lo que sí creo que le pasó, es que se vino arriba y soltó esa gracia sin calcular muy bien lo que se le podía venir encima, porque perfectamente sabe que los poderes empresariales jamás de los jamases tragarán con esa propuesta. Pero estamos en precampaña electoral, y en esta situación se sueltan muchos globos sondas para tantear el panorama y poder recopilar datos sobre la propuesta en concreto.
Como ya sabrá Íñigo, es impensable, aunque la idea es buena, siempre y cuando TODOS los políticos que tenemos en este país cobraran 1.000€ al mes. Pero eso es una quimera, de ahí que la propuesta no tire para adelante. España, año 2019. Bueno, así que os espero, para que me comentéis en profundidad, lo que pensáis o queráis a blogueros como yo. Un saludo.
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