Si en España hubiese un juicio de Nuremberg sobre todos los que están en contra de que ciertos equipos participen en eventos deportivos, sabiendo que hay otros que sí que participan por casi lo mismo, y sobre los cargos públicos que favorecen esas manifestaciones en esos eventos deportivos, o sea un ajuste de cuentas con los responsables del disparate en que se ha convertido la vuelta ciclista a España con tanto activista pro palestino, y que esos mismos pro activistas permitan que un equipo de cierta comunidad autónoma, la cual ha sufrido durante años algo parecido a lo que sufren los gazatíes (la diferencia con España, es que aquí sufrió casi todo el país los ataques de esa organización terrorista vasca), faltarían sogas para ahorcar a tantos presidentes de gobierno, ministros y consejeros autonómicos del ramo que serían declarados culpables. Aunque echaran horas extras, los verdugos no iban a dar a abasto. Y no me importaría aguantarles el cubata.
Lo que estamos viendo en estos días en la vuelta ciclista a España, no deja de ser llamativo. Mezclar el deporte con actos de movimientos proactivistas defendiendo cualquier causa es lamentable, dado que a lo mejor la mayoría de los deportistas de ese equipo que está siendo atacado por llevar la publicidad de un país que mata y asesina y tortura a otro, no serán ni siquiera israelíes, lo mismo que en el quipo Euskaltel, todos sus componentes no serán vascos. De ahí lo lamentable de la situación y de la falta de empatía por parte de los gobernantes de este desdichado país conocido como España porque de alguna manera hay que llamarlo.
Pero es que estas situaciones ya vienen de lejos, y parte de culpa la tiene quién permite que eso suceda por defender esos actos desde las tribunas de cualquier circo oficial o delante de cualquier micro que se precie. Y es desde esos lugares donde se alienta a gente a hacer esos actos sin darse cuenta que pueden provocar accidentes a esos deportistas que a lo mejor nada tiene que ver con lo que está sucediendo en su país. Es como si un grupo de vascos fuera de viaje a cualquier país y los atosigaran con palabras como etarras o asesinos, aunque no lo sean ni comulguen con esa ideología.
El gobierno de este asqueroso país ya se posicionado en un bando. Me parece muy bien de que así sea, pero lo que no debe permitir es que en el deporte pasen esas cosas, porque nada tiene que ver una cosa con la otra. Pero proactivistas ha habido siempre y siempre habrá, gente que no tiene nada mejor que hacer que defender los derechos de gente atacada y asesinada por militares israelís por ser ellos atacados por organizaciones terroristas palestinas, y que en España no fueron ni son capaces de defender a las víctimas del terrorismo.
Peor bueno, es lo que hay Mikel Naig. Cada uno con su tema, cada uno metiéndose en charcos que ni les va ni les viene, y la vuelta ciclista a España, perdiendo prestigio gracias a las acciones de estos, estas y estes activistas. Una pena, pero es lo que toca. España, año 2024. Bueno, así que os espero, para que me comentéis en profundidad, lo que pensáis o queráis a blogueros como yo. Un saludo.
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Toda la razón Pedro. El que empezó con el boicot a la vuelta en valdezcaray es un etarra condenado por pertenencia a grupo terrorista, ahí lo dejo. Pero es que además, los palestinos llevan años dejando hacer a su antojo a HAMAS Y HEZBOLA.
ResponderEliminarSoy Javi Béjar
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