Cuando se tiene poder y además se es una sectaria con la cual no se puede ni hablar ni dialogar, se llega a un punto que no merece la pena hacer nada, pero las consecuencias pueden ser terribles. Ya saben ustedes, todo tiene sus pros, sus contras y sus daños colaterales.
Los pros de este caso que les voy a colocar hoy en este blog pecador, es que los sistemas son más baratos, con lo cual el ahorro puede ser extraordinario. Los contras son que esos sistemas al ser tan baratos no funcionen como deberían de hacerlo, cosa que ha pasado. Los daños colaterales son que, al no funcionar bien esos sistemas, muchas mujeres se han visto o se están empezando a dar cuenta, de que los fantasmas y los peligros del pasado regresan. Y todo lo anterior ocurre por lo que les he comentado en el principio del post, que el sectarismo, el fanatismo y el odio pueden causar daño.
Resulta que todo esto viene, porque el delicioso gobierno que tenemos, lleno de fanáticos, de progres que intentan aplicar normas a los demás pero que ellos jamás se aplican, cambió las pulseras anti maltrato porque “le jodía mucho” que fueran israelíes. ¿A quién jodía mucho eso?, pues a la ministra y a las responsables podemitas del ministerio de Igualdad, ¿a quién sino?.
El escándalo es mayúsculo y parece no tener fin. Cada día que pasa aparecen nuevas revelaciones que evidencian la chapuza monumental que puso y está poniendo en peligro la vida de varias mujeres. El cambio de proveedor que derivó en los graves fallos del sistema actual respondió a motivaciones puramente ideológicas. Ya se lo he comentan antes, pero se lo recuerdo de nuevo, las responsables podemitas del ministerio “les jodía mucho” que las pulseras fueran de fabricación israelí.
De todo esto saco una conclusión más que evidente, que a la ministra y a las responsables de este ministerio les importa una mierda lo que pase fuera de ese lugar en el que habitan con total seguridad, libre de todo peligro y en el cual hace que las vidas de las demás personas corran peligro por su fanatismo integral.
Menuda chusma tenemos en los ministerios, en el gobierno, en las instituciones que este presidente del gobierno está destruyendo sin parangón y que además están siendo gobernadas o dirigidas por amiguetes suyos lamebotas, que lo único que hacen es hacer lo que el capo les dice, y además culpar de todo lo que no sale bien a la derecha y a la ultraderecha que es el comodín del público.
Porque si en España hubiese un juicio de Núremberg sobre toda esta morralla sectaria y progre y sobre todo de lo que están haciendo y como lo están haciendo, o sea un ajuste de cuentas con los responsables del disparate en que se ha convertido el gobernar, faltarían sogas para ahorcar a tantos presidentes de gobierno, ministros y consejeros autonómicos del ramo que serían declarados culpables. Aunque echaran horas extras, los verdugos no iban a dar a abasto. Y no me importaría aguantarles el cubata. Así estoy, hasta los mismísimos cojo_es de todos/as/es. Morralla es lo que son. España, año 2024. Bueno, así que os espero, para que me comentéis en profundidad, lo que pensáis o queráis a blogueros como yo. Un saludo.
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