Como saben ustedes y sino se lo recuerdo yo, voy a desayunar todos los días al bar de mi amigo Pacorro. Se lo pueden tomar como una chulería por mi parte como otra cualquiera, el caso es que me presento allí. Resulta que Pacorro compra la prensa diaria para que sus parroquianos y los que no lo son, se culturicen porque leen, se informen ya que leen la prensa y vomiten gracias a la prensa que leen, porque cabe recordar que abrir un periódico en esta España salchichera es literalmente echar la pota.
Y hoy, no iba a ser una excepción. Pero esta vez, no ha sido por causa de nuestra chusma política, sino por una sentencia que una jueza de un Juzgado de Primera Instancia sacó y de la cual se hizo eco el periódico que estaba leyendo. Ésta decía así: “Una jueza avala a la mujer que se niega a vacunar a su hijo en contra de la opinión del niño y del padre”. Vamos, sorprendido me quedé, no ya por la sentencia, sino porque se puede avalar que no se vacune. En este caso en concreto, la juez avala que este menor de 15 años no sea vacunado contra la Covid-19 por deseo de la madre, frente al interés del padre y el propio niño. Sostiene la jueza que es éticamente dudoso que sirva para proteger a mayores y personas vulnerables. La sentencia apunta a que las vacunas no inmunizan frente al virus y ninguna evita el contagio ni impide la transmisión. En fin.
Y ahora, me limitaré a opinar, después de lo leído en este medio de comunicación, mi impresión personal e intransferible, que puede gustar o no, pero es la que tengo. Está claro que quién manda en España no son los políticos, ni los jefes ni nada por el estilo. Mandan los jueces con sus sentencias (siempre y cuando se cumplan) y los médicos, cuando dan bajas laborales por la incapacidad que sea. Y partiendo de esa base, lo que dice esta juez va a misa, aunque haya científicos, epidemiólogos, médicos, virólogos y tertulianos varios que digan otra cosa con respecto a las vacunas.
Lo cierto es que ese chico de 15 años no se va a vacunar, por el simple hecho de que una juez así lo sentencia, obviando todo lo que se nos está diciendo del bien que hacen las vacunas. Esto traerá cola, ya que será una base bien fundada para los que no quieren vacunarse, ya que tendrán esta sentencia como base. Da igual que el chico sea menor, el fondo de la cuestión, es la última parte del párrafo, ese que dice “es éticamente dudoso…(seguir leyendo) y es por ese lado, por donde pueden tirar algunos para no vacunarse y ya de paso, otorgarles un punto a su causa. Pero cuando la jueza sentencia así, quiere decir que la ley está así, con lo cual la culpa no es de la jueza, sino de quién legisla, ya que la ley permite que haya sentencias así, y ahí está el problema. He dicho. España, año 2022. Bueno, así que os espero, para que me comentéis en profundidad, lo que pensáis o queráis a blogueros como yo. Un saludo.
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