La ministra Celaá, puso sobre la mesa la cantidad de mesas electorales que se montaron para las elecciones, dijo la cantidad de jóvenes que votaban por primera vez. Pero también dijo el dineral que iba a costar montar este circo de nuevo, el despilfarro de dinero público (otra vez), que se iba a malgastar en las elecciones, porque la chusma política que tenemos así lo quiere, y la verdad, que es para echarse a llorar.
136M de € han costado estas elecciones, 3M de € menos que las anteriores, dijo Celaá con la boca bien grande. Pero llevamos 4 elecciones en un año. Sólo hay que saber multiplicar para darse cuenta del dineral que nos cuesta votar, por la sencilla razón de que cinco cazurros no se ponen, ni se pondrán de acuerdo nunca en nada, porque su ansia de poder, de machacar al contrincante, de pensar en ellos mismos en vez de en los ciudadanos, porque la podredumbre moral de esta clase política, capaz de prevaricar de todo, de demolerlo todo con tal de mantenerse en el poder aunque sea con respiración asistida, es infinita. De esa panda de charlatanes, fanáticos, catetos y a veces ladrones (con corbata o sin ella), dueña de una España estupefacta, clientelar o cómplice. De una feria de pícaros y cortabolsas que las nuevas formaciones políticas no regeneran, sino alientan.
Cuando pienso en lo que se gastan un dinero que ni siquiera es suyo, para volver a votar a la misma chusma, con las mismas ideas, con sus mismos objetivos, me llevan los diablos. Porque se demuestra una vez más lo nulos que han sido, son y serán nuestros políticos. Pero ojo, el resto de ciudadanos españoles es tan culpable como ellos. Por votarlos, por oírlos, por no salir pacíficamente (que palabra tan de moda) a defender nuestros derechos, por no salir pacíficamente a decirles a la cara que estamos hartos de ellos, de sus mentiras, de sus robos, de sus manipulaciones, de que controlen medios de comunicación para usarlos de propagandistas, de utilizar las redes sociales con fines más que dudosos al intentar o inventar noticias falsas, de su eterno afán de hundir al contrario por el simple hecho de no pensar igual, de su afán en apuntarse logros que otros empezaron, de su afán en tirarse mierda, en su afán de prometer (como siempre) cosas y bajadas de todo tipo que nunca cumplirán, y así hasta el infinito y mucho más.
Muchas veces me pregunto, por qué no juntan todas sus magníficas ideas y las plasman y las ejecutan todos juntos, alternándose en el gobierno para intentar ayudar a los ciudadanos en vez de hundirlos y arruinarlos con gastos innecesarios como son las repeticiones electorales. ¿Tan difícil es hacer eso?. Pues parece que sí, por la sencilla razón que les he expuesto a lo largo del post. Por su afán y por su podredumbre moral. Esta es la casta política que tenemos, que no la que nos merecemos, porque creo que nos merecemos algo mejor, algo más a la altura de las circunstancias, algo más interesante con los tiempos que corren y que vendrán, y no esta panda que tenemos. La mare de deu nano. España, año 2019. Bueno, así que os espero, para que me comentéis en profundidad, lo que pensáis o queráis a blogueros como yo. Un saludo.
Compártelo:
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comentalo, y dime que te parece