Mil veces les he dicho desde este blog pecador, que en este país corrupto abrir y leer un periódico es literalmente echar la pota. Pero esto se pone más grave cuando hay elecciones a la vuelta de la esquina, como es el caso de este país nuestro conocido como España, porque de alguna manera hay que llamarlo.
Como saben ustedes también y si no se lo recuerdo yo, voy cada mañana a desayunar al bar de mi amigo Pacorro, que es un bar como los de toda la vida, como dios manda, con sus albañiles, sus moscas y sus borrachos de plantilla, pero que tiene la peculiaridad de que compra la prensa diaria, aparte de tener wifi para los parroquianos más adictos a la tecnología.
Pues bien, echando un vistazo por esos periódicos, me di cuenta de un pequeño detalle que seguramente ustedes también han detectado, y es que los periódicos tienden a colocar o a buscar noticias de los contrincantes políticos para hundirlos, según la ideología política de la editorial de dicho periódico.
No les descubro América diciéndoles esto, ni pretendo tampoco hacerlo, pero a estas alturas de la mili, negar las evidencias es algo que hay que hacérselo mirar. La prensa española está vendida al color político que más le favorece, y es en este punto donde quiero hincar el colmillo para llenarles lo que me falta de post.
La prensa se ha convertido en eso, en un auténtico basurero para los contrincantes políticos como les decía. En vez de informar verazmente sobre hechos y actos de cualquier índole, sin importar nada más, sólo se dedican a buscar basura mediática sobre la vida pasada y en algunos casos presente de la vida personal o empresarial de los candidatos rivales. Que sí Zaplana esto, que sí ZPedro lo otro, que si el senador de Vox fracasa en el mundo de las peluquerías, que sí Pablo Iglesias tal con el casoplón, que si Casado lo otro con el máster, etc, etc, etc, y así se pueden tirar hasta el infinito y más allá, convirtiendo a la prensa en trampolines para rebuscar y rebuscar algo que contar para humillar al adversario.
Todo lo anterior me lleva a la conclusión, de que los periódicos están comprados o dirigidos por los partidos políticos, a través de las líneas editoriales. Pero, ¿por qué?¿qué intereses ocultos hay detrás de todo este supuesto montaje?¿cual es el fin de esas línea editoriales?¿han perdido los periódicos y la prensa en general su libertad para poner la verdad, sea cual sea la ideología que gobierne o intente gobernar?¿tendrá esta situación un fin, o no tendrá límites?. Todas estas preguntas y muchas más me hago mientras voy cerrando los periódicos que he ojeado en el bar de mi colega. El estómago lo llevo revuelto, no sé si llegaré a vomitar, pero casi estoy a punto.
Les recuerdo que la campaña electoral todavía no ha comenzado y fíjense ustedes ya como está el patio de removido, por lo menos desde mi punto de vista. Esta situación no tiene fin, y estamos en manos de informadores sin escrúpulos y esclavos de la política que les paga por decir lo que los políticos quieren. Así nos va. Bueno, así que os espero, para que me comentéis en profundidad, lo que pensáis o queráis a blogueros como yo. Un saludo.
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