La semana pasada asistimos a otro lamentable espectáculo político, que dice mucho de la altura de nuestra asquerosa casta política. El circo del congreso de los diputados, se está convirtiendo cada día que pasa, en eso, en un circo, y a mí personalmente me repatea las tripas que 408 payasos vividores, cobren de mis impuestos cerca de 6.000€ por dar el espectáculo un día sí otro también.
Antes el circo era diferente y lo era porque sólo había dos o tres partidos políticos que acumulaban los 408 escaños de ese circo. Pero ahora resulta, que hay muchos más partidos y el abanico de payasos se ha extendido mucho más en ese congreso de los diputados (por llamarlo de alguna forma coherente), con lo cual el espectáculo aumenta mucho las posibilidades, tantas como diversidad política hay en ese lugar en el cual se supone que tienen que salir las leyes de este país de pandereta en el cual vivimos y es conocido como España.
Como les decía la vida parlamentaria del congreso de los diputados en España, deja mucho que desear. De vez en cuando estos señores y señoras nos flipan de lo lindo ahora que los payasos de la tele nos dejaron para hacernos reír. Amén de otros saraos que todos mis compatriotas hemos observado durante estos últimos años.
Cuando me estaba tomando mi buen desayuno en el bar de mi amigo Pacorro, faltó poco para asfixiarme, porque se hablaba en la tele de un gargajo. Como es costumbre en mí, puse bien las orejas y espere goteante el colmillo a saber a lo que se refería. Sí, queridos blogueros, como lo leen, un gargajo. Un tal Jordi Salvador de ERC le propinaba un escupitajo al Señor Borrel en su cara cuando aún estaba de pie en la tribuna. Pero claro, como siempre pasa en este país de pandereta, tenemos las palabras de uno y la negación del otro. Cuando estoy escribiendo estas palabras aún no se sabe la verdad.
Las tretas de estos irrisorios parlamentarios juegan siempre al despiste lo mismo que el rufián de turno. El Congreso de los Diputados se está convirtiendo desde que llegaron estos patriarcas de la risa, es decir, las nuevas formaciones políticas salidas de las calles, en un circo ambulante. No creo que se sepa nunca quién le echó el pollito que como muy bien dice el Sr. Borrell, no vio la anatomía del Pollito. La desvergüenza llegó hace tiempo a la carrera de San Jerónimo, entre los leones ha llegado la sinrazón, las alcaldadas de unos y de los otros. ¿Cómo se puede ser tan veraz?, cuando dice el Señor Tarda que niego, rotundamente que ningún diputado de ERC haya escupido. Si de verdad algún diputado ha escupido, media España ha desayunado con gargajos catalanes, y ese gargajo ha sido echado encima de todos los españoles y en todos los catalanes. Ese matiz es importante para que el señor Tardá entienda lo que es el circo del congreso de los diputados, cosa que parece que a estas alturas de la película sigue sin entender. En fin, es lo que tenemos que no lo que nos merecemos. Pero es lo que hay, Maikel Naig. Bueno, así que os espero, para que me comentéis en profundidad, lo que pensáis o queráis a blogeros como yo. Un saludo.
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