Esto viene a cuento, porque estos inspectores de la SGAE que parecen dios porque están en todas partes, se encontraron con un problemilla a la hora de recaudar en las peluquerías catalanas. Me explico. Los dueños de estos establecimientos le han dicho a sus clientes, que se traigan ellos mismos la música de casa, para evitar que la SGAE les cobre 6’50€ al mes por el canon de los derechos de autor. Los dueños de las peluquerías se han puesto en su sitio, y se niegan a ese atraco a mano armada. Me alegro un montón, y desde este humilde blog les mando mi apoyo y comprensión. Lo gracioso de este tema, es que si un agente de la SGAE te pilla poniendo música que no sea del cliente, corre el peligro de ser sancionado, y la sanción puede llegar a los 3.000€. Total ná, como se dice en mi pueblo.
A mí personalmente me parece una burrada lo que quieren hacer los de la SGAE, o lo que es lo mismo, ¿quién son ellos para imponer sanciones?, o dicho de otra manera, ¿por qué el gobierno les permite hacer esa barbaridad?, o ya para rematar lo voy a preguntar de otra manera, ¿por qué estos golfos tienen que atrancar la justica más de lo que está por su ansia de cobrar derechos de autor?. Porque seguramente lo hagan así, es decir, de la siguiente manera:
- Buenas tardes, -dice el inspector SGAE al entrar a la peluquería- soy inspector de la Sociedad General de Autores y Editores
- ¿Cómo dice? -le responde la dependienta.
- Que soy el inspector de la Sociedad General de Autores y Editores, -responde con mucha paciencia el enviado de Teddy Bautista.
- ¿Y eso que es?, -le pregunta de nuevo la dependienta.
- Soy de la SGAE
- Acabáramos, -dice la dependienta- podría haber empezado por decirlo.
- Vengo para inspeccionar el CD que tiene usted colocado en el reproductor de música, para ver si es legal o no, -añade el de la SGAE.
- Pues no sé, es que mi jefa n está y yo no sé si puedo……
- Venga, venga, déjemelo y nos ahorramos problemas, -dice el inspector, pesando ya que ha tenido suerte y ha encontrado a una pardilla.
Se acerca con paso firme al reproductor. La dependienta no sabe si reír, llorar, o ambas cosas. La cosa se está poniendo muy chunga, y no sabe hasta qué punto este inspector tiene poder para prohibirle hacer lo que está haciendo.
El inspector de la SGAE, descubre que el CD es de Andy y Lucas, pero pirata. Hace tiempo, sabiendo de antemano que ese teatro le da más autoridad y poder hacia la víctima que tiene al lado temblando como un perrito mojado.
- Le voy a tener que sancionar, -dice el inspector-, el CD es ilegal y este establecimiento no paga la cuota mensual. Lo siento, pero voy la ley es la ley, y hay que cumplirla.
- ¿Y cuanto es la sanción?¿llevarse el CD y el reproductor? –dice la chica ingenuamente.
- No -dice el inspector-, son 3.000€ del ala.
La chica casi se marea del susto, quién le iba a decir a ella que el establecimiento donde trabaja iba a ser sancionado sin compasión y sin escrúpulos por unos sinvergüenzas que lo único que quieren es pasta para que su holding cada vez sea más grande. Ya de paso, también piensa, qué futuro le espera a ella y a la peluquería donde trabaja, porque se ha tirado 1 año sin trabajo, sin ayudas de ningún tipo, sin paro, y ahora seguramente le espera otra vez el paro, el despido por parte de su empresa, porque ésta va a tener que cerrar porque seguramente no tiene el dinero suficiente para pagar a estos maleantes que parecen que tienen manga ancha y subvenciones de este gobierno, para poder asfixiar a sus anchas a gente honrada y trabajadora.
Imagínense el final de esta peluquería y de esta trabajadora. La poca vergüenza de algunos, hunde a otros. Pero lo más penoso, es que el gobierno lo permite. Nada, las cosillas de la SGAE. Bueno, así que os espero, para que me comentéis en profundidad, lo que pensáis o queráis a blogeros como yo. Un saludo.