Cuando todos los planes se desmoronan, cuando se termina el trabajar juntos y la confianza y te defraudan por eso, comprendes que ya nada será igual, y comienzas un discreto viaje hacia el abismo. Es una caída imparable y silenciosa. No quieres que nadie te ayude a levantarte, porque crees sentirte mejor en la oscuridad, como si ya sólo pudieras estar a salvo en tu propia y rutinaria pesadilla. A todo lo anterior, hay que añadir que todos tus buenos compañeros te dan de lado, te ignoran, te invitan a que te vayas (yo sí sé lo que haría, palabras lapidarias de María Jesús Montero, refiriéndose a su ex colega Ábalos) y en algunos casos ni siquiera te conocen, comprendes que ya nada será igual.
Pero ojo, esté no ha sido, ni es, ni será el único caso de corrupción política que habrá en este desdichado país en el cual vivimos. Todos son iguales, y el problema no es que alguien con poder sobre vidas y economías mienta. Todos lo hacen, tarde o temprano. El problema, grave, es cuando a demasiada gente no le importa en absoluto que les mientan, y sigan defendiendo a todos los políticos corruptos, malhechores y sinvergüenzas que tenemos la mala suerte de tener. Pero si los ciudadanos tuviéramos esa conciencia de que nos mienten, seguramente nadie votaría y entonces, ¿qué pasaría?.
Y la semana pasada vimos en toda su crudeza todo lo que les he explicado antes, que no difiere mucho de lo que paso hace unos años con el partido hoy en la oposición. El protocolo se repite. Hay una denuncia ante la fiscalía anti corrupción, la policía empieza a tirar del hilo, moviéndose por patrimonios, cuentas bancarias, blanqueo de capitales, etc, etc, y detienen a la mano derecha de alguien con mucho poder o que ostenta o ha tenido un alto cargo dentro del gobierno. A partir de ahí empieza el circo, ya que a los detenidos no los conoce nadie, ya no trabajan en ese ministerio, ya no están en la nómina, hay mordidas multimillonarias, hay enriquecimiento de ese personaje detenido y de su entorno, su antiguo jefe está defraudado, se empieza a decir que la justicia haga su trabajo, en fin….. el protocolo de siempre. Pero aquí en este desdichado país nadie DIMITE, ni es CESADO, ni mucho menos abandona por su propio el pie el cargo que actualmente ostenta, provocando la sensación entre los ciudadanos de que se están riendo de nosotros (otra vez más, y otro partido político). Pero para más pitorreo, el máximo responsable de ese personaje detenido y tal, será premiado con algo dentro de las instituciones públicas dentro de un tiempo, cuando todo se calme y cuando salte otra cosa y los ciudadanos olviden y con tanta facilidad este tipo de cosas. No lo digo por decir, sino que se puede ver en cualquier parte tirando de hemeroteca.
Nada será igual, por lo menos para los detenidos, que son los que se estaban lucrando sin que nadie supiera nada de ese supuesto enriquecimiento. El protocolo se repite, pero el daño a la ciudadanía como siempre está hecho y la imagen que dan de nuestro país es lamentable. Un portero de puticlub ha hecho todo eso. Es para hacérselo mirar. España, año 2024. Bueno, así que os espero, para que me comentéis en profundidad, lo que pensáis o queráis a blogueros como yo. Un saludo.
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