Decía Arthur Schnitxler que “estar preparado es importante, saber esperar lo es aún más, pero aprovechar el momento adecuado es la clave de la vida”, y esa última frase le ha venido al pelo al lugarteniente de José Luis Ábalos, el tal Koldo para forrarse en un plazo muy reducido de tiempo con un dinero que ni siquiera es suyo, pero el cual ha sabido morder de una manera magnífica para él y todos sus secuaces que pillaban contratos y mordidas a costa de los de siempre, los asfixiados ciudadanos que vemos con estupefacción como nadie en el PSOE conocía a este tal Koldo, aunque era la sombra de el ex ministro de Fomento, el despistado Ábalos.
En este país desgraciado, en el cual se puede vivir (y bien además) sin trabajar y sin estudiar, si sigue siendo así, es un país abocado al fracaso, pero sólo para los pobres o para los que no tienen oportunidades o no están en el lugar y el momento adecuado.
Pero voy a explicarles el asunto. Como saben ustedes y sino se lo recuerdo yo, voy a desayunar todos los días al bar de mi amigo Pacorro. Se lo pueden tomar como una chulería por mi parte como otra cualquiera, el caso es que me presento allí. Resulta que Pacorro compra la prensa diaria para que sus parroquianos y los que no lo son, se culturicen porque leen, se informen ya que leen y vomiten gracias a la prensa que leen, porque cabe recordar que abrir un periódico en esta España salchichera es literalmente echar la pota. Y como siempre pasa, no me defraudo.
Por eso, les juro a ustedes por el cetro del dios Pichimichi que lo que voy a contar es cierto. Aunque comprendería que dudasen, porque en un país normal, algo así sería imposible. Pero recuerden que éste no es un país normal, sino España, un lugar donde todo disparate, por gordo que sea, tiene su asiento, y donde por poner un ejemplo clásico, una ardilla podría cruzar la Península saltando de político golfo a asesor más golfo aún sin tocar el suelo.
Cuando abrí el periódico me encontré con este pedazo de titular: “Salvador Illa (el filósofo metido a ministro de sanidad con ZPedro en lo mas duro de la pandemia, esto es de mi cosecha), incluyó a la empresa de Koldo en un mega contrato sanitario, con un presupuesto de 2.578M de €”. Toma del frasco Carrasco. Pero no se vayan todavía que aún hay más. La noticia seguía de la siguiente manera: “El lugarteniente de Ábalos (alías el que no se entera de ná, esto es de mi cosecha), sin experiencia y con 5 trabajadores en la empresa que tenía, consiguió la licitación tras formar una UTE con la multinacional Ferrovial”. Toma del frasco, Carrasco.
Por eso leyendo y viendo en la tele lo que está pasando, uno no deja de preguntarse en manos de quién estamos, y cómo es posible este espectáculo tan lamentable y bochornoso, y esto me lleva también a preguntarme cómo hemos sido capaces los españoles de concentrar en la política a tantísima gentuza de tan variopinto pelaje. Porque no es fácil, no. La cosa tiene su mérito. Y con todo lo anteriormente expuesto, este tal Koldo y todo su entorno, han sabido aprovechar el momento. Porca miseria. España, año 2024. Bueno, así que os espero, para que me comentéis en profundidad, lo que pensáis o queráis a blogueros como yo. Un saludo.
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