Todo muy coherente

Las promesas en campaña electoral son la repera. Una tras otra salen de la boca de los candidatos y de sus secuaces sin que nadie les pare los pies y sin que nadie les recuerde que las promesas están para cumplirlas. Pero lo de cumplirlas sólo pasará en el algún país medio serio, y no en este, porque cabe recordar, que nuestros políticos son unos mediocres sin preparación ni sentido del ridículo. Analfabetos a los que el azar, el esperpento de un país asombroso como es España, sitúan en puestos que les permiten tomar decisiones tan limitadas y tan miserables como su propia altura. Luego cuando lleguen a gobernar y se encuentren con el destrozo (si hay cambio de gobierno), y los que ya lo tienen montado (si se mantiene el mismo gobierno), cambiarán de criterio y entonces dirán que eso no se puede ejecutar por lo que sea, vayan ustedes a saber. Es la nueva forma de gobernar. 

La nueva promesa electoral o lo que sea este disparate, la ha dicho o lo propone Yolanda Díaz, la Yoli, la vicepresidenta del gobierno de España, porque de alguna manera hay que llamar a este lugar lleno de fanáticos, cortabolsas y cantamañanas políticos. Lo que sean les digo que no es otra que “un derecho universal” valorado en 20.000€. ¿Pero qué es y a quién podría beneficiar ese derecho universal?. Pues en un principio a los que cumplan 18 años este 2023, pero ese dinero no será transferido hasta que se tenga los 23 años (una buena estrategia electoral, ahora votan, sale adelante y las próximas elecciones se aseguran otra vez el voto). 

No se vayan todavía, aún hay más. No tendrá criterio de renta, es decir, que cualquiera que cumpla el requisito de la edad, podrá solicitarlo, tanto el joven de una familia vulnerable, desfavorecida, de clase media, etc…como también la puede solicitar el hijo de Pablo Isla (ex presidente de Inditex), como el hijo de cualquier multimillonario. Este último punto contrasta en que supuestamente de donde va a salir la friolera de los 10.000M de € que nos costará la broma o el capricho de la Yoli, es del impuesto a las grandes fortunas, una cosa que clama al cielo. O sea, que al multimillonario o al que tenga según el gobierno una gran fortuna, le pondrán un impuesto, y luego si esa persona tiene un hijo/a de 18 años, puede pedir esos 20.000€ que retornaran a la cuenta corriente del que le cobran el impuesto. Todo muy coherente, como siempre. 

Pero, ¿cuál es el fin de esos 20.000€?¿para qué deben utilizarlo estos jóvenes de 18 años cuando cumplan los 23 que será cuando se les transfiera?. Pues según la Yoli, a la formación, la inserción laboral (otra paguita) o al emprendimiento. Cabe recordar que abrir un negocio en España, es un suplicio tanto de papeleo como de precio, yo ahí lo dejo. Pero el gobierno o la administración, ofrecerán al beneficiario de estos 20.000€ un acompañamiento administrativo para desarrollar los puntos antes mencionados con ese dinero. Lo que no cuentan, es si la administración cobrará por ese seguimiento y si luego esos 20.000€ habrá que declararlos a hacienda, lo mismo que no cuentan que pasará si algún proyecto no es viable, no funciona, no va bien o lo que sea y si habría que devolver ese pastizal. Como ven, todo muy coherente, aunque sean promesas electorales. España, año 2023. Bueno, así que os espero, para que me comentéis en profundidad, lo que pensáis o queráis a blogueros como yo. Un saludo. 

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