Tenemos una chusma política que es el hazmerreír ya no de los países de nuestro entorno, que también, sino de casi todo el mundo. Una chusma que nos gobierna a base de criterios que nadie entiende. Una chusma que sólo busca su propio bienestar, como se ve en los pijocomunistas y en los de derechas. Una chusma política que sólo sabe pelearse y discutir ya no por los problemas de los ciudadanos, sino por resolver los suyos propios y por tirarse mierda unos a otros, como si eso solucionara la vida de la gente.
Y será porque vivo en España y tarde o temprano tenía que ocurrir, ya que la política española es como construir una urbanización en una cañada, ya que algún día bajará el agua por ahí, aunque tarde siglos, bajará y se lo llevará todo. Pero parece ser que los políticos españoles son la raza más inmortal y destructora que existe. Inmortal, porque llevan años peleándose entre ellos, y ahí siguen, vivitos y coleando. Y destructora, porque todo lo que tocan lo destruyen sin piedad, mientras que no le saquen provecho personal al asunto.
Esta es realmente la triste historia de este país desgraciado en el que vivimos. Leyes que no sirven sino es para multar, leyes que no sirven sino es para sacar a la educación de las listas de la OCDE y mejorar las posiciones, leyes y reales decretos que moñas como Alberto Garzón, nuestro impresentable ministro de Consumo saca para hundir negocios e industrias porque él lo vale. Personajes que se usan como comodín para desviar la atención de los problemas reales de la gente, o sea, IPC por las nubes, la luz por las nubes, los combustibles por las nubes y el comodín es Franco y cambiar el nombre al Valle de los Caídos, como si eso solucionara el problema de comer o de calentarse.
Una chusma política dedicada a hundir a los ciudadanos. Una chusma política que están diciendo que no uses el coche, que seas más ecológico, y luego ellos mueven Falcon, helicópteros y 20 coches oficiales para desplazarse 1Km dentro de la misma ciudad. Una chusma política que no sabe y ni quiere saber de la realidad que se cuece fuera de su entorno privilegiado. Una chusma política, que despide a sanitarios después de la terrible pandemia, para dar fondos a la sanidad privada. Una chusma política que dicen lo que la gente quiere oír, pero que cuando se les caliente el culo en los sillones del poder, ya no quieren soltar ni por supuesto hacen lo que decían. Una chusma política que sólo sabe gastar un dinero que ni siquiera es suyo, en su propio beneficio y bienestar. Una chusma política que es vomitiva y asquerosa porque ellos, ellas y elles se lo han ganado a pulso. Una chusma política, que aun siendo como son, tiene incondicionales que los defenderían, aunque pasaran hambre. En definitiva, una chusma política que no nos merecemos, pero que sí mantenemos porque ellos, ellas y elles así lo tienen establecido. Una chusma política, que da vergüenza tener, aguantar y ver. Cada vez que los veo, echo la pota. ¿Por qué será?. España, año 2021. Bueno, así que os espero, para que me comentéis en profundidad, lo que pensáis o queráis a blogueros como yo. Un saludo.
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