Nefasto. En esta palabra se puede resumir el verano de 2020. Por supuesto, dependiendo de las personas, pues ha sido más nefasto para unos que para otros, como siempre. Para los que no han cobrado todavía los ERTES ni el Ingreso Mínimo Vital, pues para ellos será un verano para olvidar, y de mandar muy lejos al gobierno de turno, por irse de vacaciones y dejarlos así, sin ingresos y sin nada.
Para el presidente del gobierno, el conocido como ZPedro, su verano ha sido de los mejores, con sus vacaciones, con su falcon y con los problemas de la pandemia gestionada por los 17 disparates autonómicos, los cuales lo han toreado como han podido. Para Pablito Iglesias y su esposa, Irene Montero, ha sido un verano nefasto, ya que su intento de ir a Asturias a descansar, se volvió un poco áspero gracias en parte al recibimiento que le dieron a ambos dirigentes podemitas a la llegada a ese lugar. Pero como dirían ellos, jarabe democrático.
A la vuelta a Madrid, los dirigentes podemitas se han encontrado con que un juez ha imputado a su partido por unos descuadres en sus cuentas, pero como siempre hace esta panda de dirigentes, la culpa es de las cloacas del Estado, de los medios de comunicación que van de la mano de esas cloacas y como siempre, al derribo mediático que quieren hacerle a ese partido morado que vino para solucionar justo lo que ellos están haciendo.
Un verano atípico también para el turismo, ya que como bien saben los españoles, este gobierno que tenemos es de nuevo el hazmerreír del mundo entero, y hay países que se permiten el lujo de indicar a sus ciudadanos que no visiten España por miedo a que se contagien del Covid-19, cosa que viendo la cosa como marcha, no es de extrañar. Otra vez, nos hunden sin necesidad de hacer mucho más. Simplemente con aplicar la realidad de este disparate español, sobra. Los perjudicados como siempre los hosteleros, guías turísticos, bares, restaurantes, líneas aéreas, etc, etc.
Verano atípico también en lo relacionado con las fiestas patronales de ciudades y pueblos españoles, por la suspensión de todas ellas. Ruina para un montón de personas relacionadas con este sector y que por supuesto el gobierno no hace nada para remediar o aliviar el problema de todas estas personas que viven de estas fiestas patronales.
Verano atípico en las playas, con distancias de seguridad y medidas de distancia entre personas las cuales hacen que haya colas para bañarse. Piscinas cerradas y las que hay abiertas con aforo limitado y con medidas de seguridad y medidas de distancia entre personas. Un desastre de verano.
Por si no tuviéramos poco, el mosquito del Nilo, que está haciendo también de las suyas, y ya para completar el cupo, no se sabe nada de la vuelta al cole, y lo poco que se sabe a fecha de escribir este post, son 17 medidas diferentes, las cuales más surrealista e insuperables entre ellas. Es lo que hay Maiklel Naig. Y todo ello a la espera de la llegada de la gripe estacional, que esa es otra. En fin. España, año 2020. Bueno, así que os espero, para que me comentéis en profundidad, lo que pensáis o queráis a blogueros como yo. Un saludo.
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