domingo, 28 de junio de 2009
Los días orgullosos
Este fin de semana pasado, han empezado las celebraciones del día del orgullo gay. Me parece estupendo, pero llego a entender es para qué tienen que festejar algo que ya de por sí, debería de hacerles sentir orgullosos, porque realmente han elegido vivir así y acostarse con quién quieran, y al que no le guste esa manera de vivir pues que miren para otro lado y que le den con una “caña rajá” como se dice en mi pueblo. Sin embargo hay alguna cadena de televisión que prolifera en la TDT, dónde tienen un spot donde se meten con estas personas insultándolas, e ilustrando las imágenes con frases típicas como: “¿es esta la sociedad que queremos?” y otras perlas por el estilo. Esta clase de gente que sólo les vale su forma de pensar (y si no piensas como ellos eres un bicho raro) deberían de tener su propio día, y llamarlo “el día del orgullo retrógrado” o mejor aún, “el día del orgullo capullo” y así tener algo que celebrar, porque lo más fácil es lo que ellos hacen, que es ha falta de otras cosas, meterse con otras personas y otras formas de pensar. Pero dejando a parte estas cosas televisivas, se podían celebrar muchos días orgullosos y en cualquier ámbito de nuestra sociedad. Sin ir más lejos, se podía celebrar uno donde la iglesia fuese la protagonista (`por cierto, ya tengo un post escrito en este mismo blog titulado “el día del orgullo eclesiástico”), otro magnífico día puede ser “el día del orgullo de Martínez Camino”, donde se celebraría una estupenda jornada poniendo las frases y gilipolleces más celebres de este pajarraco venido a cura y a político. Otro día súper mega guay, sería “el día del orgullo de ser amigo de Rajoy”, donde se celebraría (eso sí unos cuantos) la amistad que profesa este personaje a unas cuantas personas de su partido. Pero ya para días uno sería el siguiente: “el día del orgullo ZP”, donde tendríamos una jornada repleta de mentiras, zarandeos varios, viajecitos por el morro y con un poco de suerte un puesto de ministro o de secretario general de algo, y ya para rematar la faena, tendríamos “el día del orgullo de pertenecer al INEM” donde se alargaría indefinidamente y la diversión sería colosal. Y no podía faltar en estos magníficos días orgullosos, “el día del orgullo de tener la justicia más nefasta y vaga del mundo”, una magnífica jornada donde celebraríamos que después de 14 años te hayan solucionado tú problema del papel encontrado en la puerta del vecino, donde éste dijo que era tuyo y te denuncio por invadir su propiedad, o también se podía celebrar “el día del orgullo de las sanciones a los jueces”, donde esta jornada sería un poco para amigos de Garzón por la ejemplar sanción que le han puesto de 300€ por dejar escapar a no sé qué golfo. Y claro y ya tirando a lo familiar, pues tendríamos “el día del orgullo de tener suegra”, que por cierto sobran los comentarios. Y así, podíamos estar celebrando días y días orgullosos en este país de cantamañanas e imbéciles, y dar ejemplo a Europa y al mundo de que todo lo que hacemos lo celebramos a lo grande, como no podía ser de otra manera. Lo único que envidio a todos estos días mencionados anteriormente del que celebran los gays y lesbianas, es en su colorido, tolerancia y en su música, ¿cómo lo hacéis colegas? Bueno, así que os espero, para que me comentéis en profundidad, lo que pensáis o queráis a blogeros como yo. Un saludo.
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