Como saben ustedes y sino se lo recuerdo yo, voy a desayunar todos los días al bar de mi amigo Pacorro. Se lo pueden tomar como una chulería por mi parte como otra cualquiera, el caso es que me presento allí. Resulta que Pacorro compra la prensa diaria para que sus parroquianos y los que no lo son, se culturicen porque leen, se informen ya que leen y vomiten gracias a la prensa que leen, porque cabe recordar que abrir un periódico en esta España salchichera es literalmente echar la pota. Y como siempre ocurre, hoy tampoco ha sido la excepción.
Por suerte o por desgracia me quedan todavía algunos años para jubilarme. Es lo que me ha tocado vivir, y lo asumo. Mientras que esté así, puedo decir que tengo vitalidad, que tengo salud y que tengo ingresos (pese a la carga impositiva de gobierno central, autonómico y local) para poder comer, salir a tomar aunque sea una cerveza y poco más da la mata.
Pero como les decía, la noticia que me encontré ese día en el periódico me dio que pensar, y mucho. No ya por el hecho de estar tanto tiempo al pie del cañón, sino por el poco tiempo que me va quedando para disfrute de mi jubilación. La noticia decía así: “La jubilación se retrasa: los jóvenes tendrán que trabajar hasta los 71 años para cobrar el cien por cien de su pensión”. Leyendo y viendo el matiz, descubrí que eso (o eso entendí yo) afectaba sólo a los jóvenes, pero no indicaba la edad de esos jóvenes y si a los que nos queda poco para llegar a la jubilación, participaremos también de ese aumento laboral obligado por las circunstancias que no sé muy bien cuales pueden ser, pero que no es difícil de imaginar viendo el sistema como se mantiene.
Todo esto está basado (como no) en un estudio que alerta de pensiones más bajas y carreras contributivas insuficientes si no se demora la edad de retiro debido a la entrada cada vez más tardía de los jóvenes españoles al mercado laboral. Pero no me extraña nada esto que está pasando, ya que la cultura de los jóvenes y por culpa muchas veces de la administración, tanto central, autonómica y local hacen que los jóvenes sólo quieran opositar, y si a eso sumamos que cualquier empresa ya pide como mínimo 2 años de experiencia laboral, con unos sueldos de mierda y echando más horas que el sol, pues ahí está el coctel perfecto para que estos estudios tengan éxito, yo me vea trabajando hasta esa edad y el sistema que tenemos siga cada vez peor gracias a las políticas que se aplican, que no dejan de ser un tanto peculiares.
La poca facilidad que se le da al empresario para contratar (cabe recordar que son ellos, los empresarios, los que dan empleo y pagan por él) lleva a estas cosas tan delirantes, y quedan muy lejos de un sistema saneado y de una filosofía juvenil por el empleo público que sólo saben alimentar y animar a que sea así.
De ahí que esté pensando en este momento mientras escribo estas líneas, que la jubilación me pilla más cerca de no disfrutarla o de hacerlo poco que de disfrutar de ella de verdad, y haciéndolo además plenamente y como me corresponde. Yo no sufro lo que llevo trabajado, sino lo que me queda por trabajar y más viejo. España, año 2025. Bueno, así que os espero, para que me comentéis en profundidad, lo que pensáis o queráis a blogueros como yo. Un saludo.
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