Muchas veces pienso, que nuestra chusma política no está muy lejos de la pista de un circo. Ya lo decía Aristóteles: “háblame para que pueda conocerte”, y en este país en el cual nuestros políticos son unos mediocres sin preparación y ni sentido del ridículo, se agudiza. Analfabetos a los que el azar, el esperpento de un país asombroso como es España, sitúan en puestos que les permiten tomar decisiones tan limitadas, tan miserables como su propia altura.
Y siguiendo el hilo de Aristóteles, cada vez que habla algún esperpento de esta calaña, lo conocemos mejor. Alberto Garzón, cada vez que habla es un destroyer del sector que habla. Irene Montero, es una destroyer de las mujeres que a ella le interesa. María Jesús Montero, es una destroyer de la capacidad de los ciudadanos para poder ahorrar, gracias a su política fiscal. Y así, podía seguir hasta el infinito y mucho más.
Pero hoy, el que se ha ganado el destroyer del día, de la semana e incluso si me apuran de toda la vida, es la ministra de sanidad, Carolina Darias, la cual ha dicho para que la conozcamos mejor lo siguiente: “Menú del día sin vino o cerveza en los bares”. No deja de ser una propuesta del Ministerio de Sanidad gobernado por esta boca chancla, pero tiene su aquel. O sea, que la chica quiere quitar esas bebidas, pero no quita el carajillo, el sol y sombra, la copita de coñac con su correspondiente puro, no quita la pringa del cocido, no quita la comida rápida……¿por qué tiene que ser el vino y la cerveza y no los gin tonic que se toman algunos después en las sobremesas?¿será porque este tipo de bebidas no los toman los currelas que comen de menú?¿también quitarán o promocionaran ese hábito en la cafetería del circo de la Carrera de San Jerónimo?¿o sólo la vida saludable es para algunos?¿y cómo pretende hacerlo?¿por un real decreto?¿por una ley?¿o quieren controlarnos y controlar a los bares también como si fuera este país una dictadura bolivariana?.
Entre las diferentes medidas, la nueva estrategia en Salud Cardiovascular pretende fomentar el acceso a la dieta mediterránea y regular la venta de bebidas alcohólicas en los centros públicos, así como en los menús de bares y restaurantes. La verdad, que ya voy conociendo a esta persona que tenemos de ministra.
Ahora, el lío será descomunal, ya que los bares ya no podrán tener vino ni cerveza. Imagínese usted señora un restaurante de currelas, en el cual ponga en la puerta un cártel indicando que por orden del ministerio de sanidad y gracias a su política de salud cardiovascular, no se puede servir vino ni cerveza en el menú. ¿Qué pasara con ese bar?, pues ya se lo pueden imaginar ustedes.
Supongo, que las mezclas con esas bebidas no estarán prohibidas, como por ejemplo el calimocho, como por ejemplo un submarino, como por ejemplo el tinto de verano, por decir sólo algunas. Qué razón llevaba Aristóteles, y cuanto sufrimiento estamos soportando los españoles con tantos y tantas y tantes moñas gobernándonos. Están acabando con todo lo que era España para poder seguir sentados en los sillones del poder. Jamás he visto una cosa igual. España, año 2022. Bueno, así que os espero, para que me comentéis en profundidad, lo que pensáis o queráis a blogueros como yo. Un saludo.
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